19 de diciembre.
Ya había pasado dos días de la ida de mi hermana a new York.
Y la casa no es que se sintiese lo mismo.
Mamá se había puesto triste saber que su hija mayor se había ido por fin de casa.
Y pensar que ahora tiene que esperar unos 3-4 años mínimo para que sus otros dos hijos se vallan de casa.
Y solo quedarse con el menor.
Lunes 19 de diciembre tenía un sueño de mierda.
Incluyendo el frío hacía que más sueño me de, pero lamentablemente no podría faltar.
Tenía entrenamiento y la entrenadora prohibió que faltemos a los entrenamientos.
Pero en caso de que sea algo de riesgo permitió que faltemos.
Tenía puesto ya mi polo azul marino pegada al cuerpo con el logo del colegio.
Los días de educación física podíamos llevar ropa de calle, siempre y cuando carguemos la polo del colegio.
En cambio cuando era diario teníamos que usar la falda del colegio entablonada color beige camiseta blanca de mangas largas con una corbata negra y leva beige.
Medias blancas y zapatos podrían ser deportivos o los negros comunes.
-¡Darío,Madison y Diego muévanse!- grito mamá desde abajo.
Ella estaba un poco más apurada ya que hoy Emilio no pudo irnos a dejar por culpa del trabajo así que hoy ella era la responsable de nuestra llegada al colegio.
Y para empezar ella tenia una reunión en 20 minutos en su oficina y ya iba tarde.
Baje rápido con mi mochila y teléfono en mano.
Darío y Diego bajaban jodiendo.
-Disculpen modelitos, tengo una reunión en 20 minutos y voy tarde.
Darío y Diego dejaron la joda para agarrar el dinero del lunch y su desayuno.
Un sándwich.
Los tres íbamos comiendo en el coche, algo que nos acostumbrábamos a hacer y mamá iba con miedo de que ensuciemos su coche.
Agradecemos que el colegio no quede taan lejos que digamos.
-Bien- suspiro mamá- que les valla excelente cuídense mucho los amo.
Mamá pensó algo más que decir.
-Espero no me llamen por qué haz discutido Diego.
Diego rodó los ojos y salió del coche junto a nosotros.
Diego aveces cuando lo desesperaban tal vez le mandaba su zape pero cuando le daban chisme a la directora ni siquiera a la licenciada. Si no que enseguida a la directora.
Alteraban más la discusión así que por culpa de ello mi pobre hermano ya tenía una boleta por discutir.
Me aleje de mis hermanos para ir hacia Ariel.
-Ariel- me puse en frente de ella pero ni caso me hizo.
Luego me giré para ver qué veía hacia donde estaba Darío babeando por el.
Oh vamos otra más.
-Ariel te he dicho mil veces que mi hermano no es la mejor persona en los sentimientos.- dije por fin para hacer reaccionar a mi amiga.
-Lo siento- dijo- sigue siendo muy guapo.
-No quiero que salgas afectada y lo sabes.
Empezamos a hablar de lo malo que es mi hermano en los sentimientos de las personas mientras nos dirigíamos al salón de clases.
-¿Era tu madre?- hablo y asentí.- casi no la veo a tu mamá venir por el colegio.
Es cierto, la gran parte nos venía a dejar papá o veníamos en bus.
O Emilio.
-Hoy entrenaremos con lluvia al parecer- suspire poniendo mi mano para que caigan unas gotas.
Mi amiga se quejó por que es una friolenta que ama mil veces el calor.
Pero aveces ni ella lo aguanta.
