Capítulo 5

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Abrí los ojos poco a poco, me sentía como despertando de un largo sueño. Estaba boca abajo sobre el puente de madera del embarcadero. No recordaba cómo había llegado ahí, ni cuánto tiempo llevaba inconsciente. Trate de levantarme.

- ¡Zhan! – su voz me sobresaltó – Despertaste, no te muevas aún. – dijo Yibo, empujando mi cabeza abajo. No sabía qué estaba pasando, me asuste.

- ¿Qué pasó, qué estás haciendo? – me di cuenta de que no traía playera, sentía ráfagas de aire cálido en toda mi espalda, pero solo eso no sentía dolor ni ardor, solo calor.

- Te estoy curando – voltee rápidamente hacia atrás para poder verlo. – ¡No! espera aún no termino, recuéstate unos minutos más por favor.

Volví a relajar el cuerpo y no articule ni una palabra más, no sabía que me estaba haciendo, pero me sentía muy bien, revitalizado. Recordé poco a poco lo que había pasado en casa y como había llegado ahí. Dos minutos después me levantó el hombro para que me diera la vuelta.

- Listo – Voltee lentamente y ahí estaba, con su sonrisa resplandeciente, sentado a lado de mí. No pude evitar sonreír, verlo me hizo sentir tranquilo nuevamente – Ahora tu pierna. – dijo señalando mi rodilla. Hasta ese momento no había sentido malestar, pero el mencionarlo hizo que volviera ese ardor y profundo dolor.

- Tenías un trozo de vidrio enterrado – dijo haciendo un gesto de tristeza. – Te lo quite antes de ponerte boca abajo, para que no siguiera lastimándote.

- Me...duele...mucho... - dije con un puchero, tratando de contener las lágrimas, lágrimas de miedo, pena e impotencia, no tanto de dolor físico.

- Lo sé, Zhannie ahorita lo arreglo – me guiño el ojo. – Quédate quieto ¿Sí?

Asentí con la cabeza. Comenzó a subir la pata del pantalón hasta mi rodilla, me dolía mucho, pero no dije nada. Cuando la herida estuvo descubierta frotó sus manos entre sí hasta que salió una especie de vapor de ellas, las puso sobre mi piel sin tocarme directamente y las movió lentamente de un lado a otro. El vapor era muy cálido y reconfortante. Poco a poco la herida iba cerrándose y a la vez el dolor fue desapareciendo. Me pareció increíble.

Observe la cara del chico-pez, estaba muy concentrado, tenía el ceño ligeramente fruncido, los ojos entrecerrados y los labios apretados. Me sorprendí al darme cuenta de que me pareció demasiado atractivo, me avergoncé de mis propios pensamientos y sentí que mi cara empezó a arder. Estaba seguro de que tenía las mejillas y orejas coloradas.

- He terminado – volteo a verme. – Zhannie, eres color rojo nuevamente – dijo sonriendo. –Pareces un pez Koi, blanco con manchas rojas – rio. – ¡Me gusta! – estiró su mano para apretarme una mejilla.

Solté una risita nerviosa. Y cambie de tema.

- ¿Cómo lo haces? – me miró extrañado. – Sí ¿Cómo lograste cerrar mis heridas?

- Ah, eso. Nosotros tenemos la capacidad de regenerar nuestros propios tejidos y algunos afortunados pueden regenerar los tejidos de alguien más. Yo soy uno de esos afortunados –sonrió guiñando el ojo. – Es de nacimiento.

- ¡Qué maravilla!, cuéntame más sobre ti, sobre ustedes ¿Quiénes son? – dije muy emocionado. Todos los malos sentimientos se fueron, estaba feliz de que estuviera él aquí.

- Lo haré, pero primero quiero que me digas qué fue lo que te pasó ¿Por qué llegaste en ese estado? Si yo no hubiera estado aquí te habrías muerto ahogado.

- ¿Ahogado? ¿De qué hablas? – me sorprendí al oír eso.

- Sí,yo estaba allá – señaló un conjunto de piedras que estaba a unos veinte metros de nosotros. – Pensé que no vendrías y me aleje, justo ahí es donde paso toda la noche. Te vi llegar arrastrándote por el puente, no estaba seguro de que fueras tú y decidí no acercarme, pero después vi que te desplomaste y caíste al agua, nadé rápidamente hasta acá y me di cuenta de que sí eras tú, estabas inconsciente y muy lastimado. Te cargué en mis brazos y te subí al puente. Te quité el suéter, la playera y las botas, comencé a curarte y tiempo después despertaste.

El tritón ❤YIZHAN💚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora