Capítulo 3

969 148 7
                                    

- ¡Levántate flojonazo, tienes que ir a ser alguien de provecho! – Mi padre me estaba zarandeando, traía un vaso con agua sabía que, si no me levantaba ya, me lo voltearía en la cara.

- Sí, ya voy – dije bostezando. Me quité las cobijas de encima y mi papá salió de la habitación.

Volteé a ver el reloj que había en mi mesita de noche, marcaba las 5:30 am, la hora en la que todas las mañanas me viene a despertar, no me permite poner el despertador porque no confía en mí y no puedo faltar al trabajo. Hace un par de meses me obligó a salirme de la preparatoria porque según él "no sirve para nada estudiar, solo es una pérdida de tiempo", me consiguió un puesto dónde él trabaja, en el embarcadero transportando cajas repletas de pescados de un lugar a otro.

De camino al trabajo mi padre como de costumbre no paraba de quejarse, de insultar a todo el mundo, de criticarme, bla, bla, bla. En esta ocasión no le preste la más mínima atención, mi mente estaba en aquel sueño que había tenido esa noche.

Al llegar al embarcadero repase con la mirada cada rincón y cada persona que estaba dentro del mar, con la esperanza de encontrar a aquella criatura, pero no estaba.

Mientras transportaba las cajas, se me ocurrió la idea de que todo había sido una alucinación mía y probablemente esa criatura extraordinaria jamás existió. Me desilusione un poco y me asustó el pensar que podría estarme volviendo loco.

La jornada laboral había terminado, estaba exhausto.

- Vámonos rabbit ¡Quiero comer algo ya! – dijo mi padre, me dio una palmada en la espalda y avanzó.

- Yo...ahorita te alcanzo...voy a...sentarme aquí...un rato – Quería saciar mi curiosidad y esperar para volverlo a ver (si es que existía)

- ¿Qué? ¡Estás loco! vámonos...O es que ¿Acaso tienes una noviecita? – dijo sarcásticamente. - ¡Ja! Claro que no, ni para eso sirves ¿Verdad?

- No, no importa...vamos – caminé delante de él, no debí haberle dicho nada.

Al llegar a la casa lo primero que papá hizo fue hablarle a Darren para contarle que "tenía una noviecita", por supuesto que mi hermano aprovechó para burlarse de mí. Fastidiado me subí a mi cuarto y me encerré, no baje a comer ni a cenar, lo único que quería era llorar, me sentía frustrado y cada vez me dolían más las burlas e insultos de aquellos dos. Me avergonzaba de mí mismo, por lo débil que me había vuelto, lloraba todo el tiempo, estaba harto de mi familia, harto de mí vida.

Era la una de la madrugada cuando salí de mi habitación, mi estómago rugía tenía demasiada hambre, sabía que ya estaban dormidos, bajé a buscar algo para comer y salí de la casa sin hacer ruido. No tenía planeado a dónde iría, camine sin rumbo por unos minutos, cuando me di cuenta ya había llegado al embarcadero. Camine hacía la orilla del puente y me senté con los pies en el agua, hacía mucho frío y no traía más que botas, una playera y pantalones cortos.

Habían pasado 40 minutos aproximadamente, estaba perdido en mis pensamientos, no había notado que estaba temblando del frío.

- Debiste traer un suéter, rabbit – Se me erizo la piel, al escuchar su voz. – Estás temblando de frío – levante la mirada, estaba a medio metro de mí, el agua le llegaba hasta el cuello y su piel era tan pálida como la luz de la luna, su rostro estaba adornado con una sonrisa de lado, mostrando la mitad de sus dientes.

- No me digas así – Dije rápidamente, odiaba que mi padre me llamara de esa forma...¿Cómo es que se sabía ese apodo? ¿Habrá escuchado que me lo dijo esta mañana? Lo busque y no estaba, quizá sí lea mentes. Me quede pensativo.

- Sí, tienes razón, "rabbit" suena patético – se rio

Rodé los ojos - ¿Dónde...oíste eso?

- Pues ¿Dónde más? Aquí, te lo dijo tu padre esta mañana

El tritón ❤YIZHAN💚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora