Tanto Jeon como Kim aún no se han presentado como alfa u omega aunque pertenecen al grupo más importante de Corea, el primero de incógnito en la historia de la música. Jungkook lleva años enamorado de Taehyung y su mayor anhelo es que se presente co...
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Los pasos de NamJoon se escuchaban fuertes y nerviosos sobre la madera, la voz de Seokjin era firme y calculadora, estaban en la habitación de al lado discutiendo el protocolo de ahora en más. Mañana tenían una entrevista en la DMT y no podrían presentarse con Taehyung en dichas condiciones, los pedidos de salida de las habitaciones, almuerzo, cena, un médico beta para su atención. Todo era un completo caos. Cuando un alfa se presenta suele ser agresivo, territorial, impulsivo y demandante, lo cual le parecía extraño, porque los ojos de Taehyung al cerrar la puerta no parecían de una persona inestable, no vio un intento de atacarlo o algo parecido. Quizás, porque aún era un humano común y no representaba ningún riesgo para él.
Luego de que todos se encerraran en sus habitaciones y NamJoon tuviera que calmar a Jimin, se quedó sentado en el suelo del pasillo hasta que Jin se acercó a ayudarlo a limpiar, al parecer era el único que no tenía una reacción extraña por mantenerse cerca de la puerta de la habitación de Jungkook.
—¿Seguís acá?.
—¿Qué iba a hacer? En mí habitación está Taehyung y en la de Taehyung está NamJoon con Jimin.
—Escuchaste lo que...
—Escuché todo.
—¿Y que pensás?.
—No lo sé, pero no voy a exponer a Taehyung a qué lo ataquen.
—Pienso lo mismo —dijo recogiendo pedazos de pastel sobre la bandeja del desayuno que estaba en el suelo— Estoy seguro de que el pastel que hiciste debía estar muy rico.
—Taehyung no va a probarlo así que no importa.
—Yo sé que cuando esto pase van a poder festejarlo juntos.
—Si es que no cambia su forma de ser.
—¿A qué te referis?
—Mí madre cambia su forma de ser siempre en casa, eso no me gusta de los...
—¿De los qué?.
—Nada. —Jungkook tembló un poco al notar las velas rotas debajo del cuenco de sopa— ¿Que van a hacer ahora? Él tiene que comer y beber agua. No pueden encerrarlo por siempre.
—Le dije lo mismo a NamJoon, pero hasta solucionar lo de Jimin y Yoongi no podemos pensar en eso.
El resto de la mañana fue difícil, con un ambiente tenso que cortaba el aire. Los gritos graves y roncos de Taehyung por el dolor extremo en su frágil cuerpo llenaban toda la casa y comenzaban a desquiciar a más de uno. Yoongi había tomado la decisión de irse de la casa por unas horas; Hoseok se quedó en su cuarto con los auriculares puestos; Jimin echaba constantemente perfumes y aerosoles en el aire cubriéndose la mitad de la cara con un cubrebocas mientras intentaba dormir; Jin cocinaba algo para todos y NamJoon caminaba de lado a lado de la piscina llamando a personas de la empresa. ¿Jungkook? Estaba sentado en el pasillo frente a la puerta de su habitación, llorando cada vez que escuchaba a Taehyung llamarlo desesperado para que le abriera, aunque quisiera no podía hacerlo porque eso significaría un peligro para todos, así que se resumía a esa pequeña porción de suelo en el que estaba sentado escuchando atentamente los gritos que le retorcían el corazón.
