Tanto Jeon como Kim aún no se han presentado como alfa u omega aunque pertenecen al grupo más importante de Corea, el primero de incógnito en la historia de la música. Jungkook lleva años enamorado de Taehyung y su mayor anhelo es que se presente co...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Yoongi esperaba sentado en la silla del comedor, un silencio profundo abarcaba toda la casa, incluso NamJoon se movía en absoluto silencio, aunque no pudiera creerlo. Su compañero llevaba más de diez minutos en el baño, ni siquiera se había lavado el rostro cuando se presentó en su lugar de trabajo y obviamente por más que el chico de cabello de zanahoria fuera hermoso, debía lavarse el rostro para hacer bien el trabajo asignado por el resto del grupo.
—¿Por qué tarda tanto Jimin? —preguntó indignado.
Jungkook que pasaba por allí le rogó que no hiciera ruido.
—Voy a comenzar solo —dijo tomando la manga de crema blanca para manejarla sobre el pastel.
—No hyung, espere a Jimin, él tiene mejor criterio de decoración.
—¿Qué intentas decir mocoso?.
Jungkook como niño travieso se fue a ver qué hacían sus otros amigos en la cocina mientras se reía. Jimin volvió un poco más despabilado y se sentó a un lado de Yoongi.
—Buen día hyung —dijo Park— Hoy parece más intenso el color de su cabello.
—Buen día. —el mayor no le diría jamás que se lo había retocado— Traé algo para decorar el pastel.
—Ya hicimos esto antes, podemos llevarlo a otro nivel —dijo Jimin arremangandose para comenzar— Déjame decorar Suga.
Yoongi empezó a esparcir la crema sobre el biscocho, su compañero mientras tanto seleccionaba diferentes decoraciones. Todo parecía un ambiente normal y llevadero, sin embargo el chico de cabello color menta estaba comenzando a sudar, sus manos temblaban por lo tanto la cubierta del pastel no quedaba pareja por más vueltas que le diera al asunto. Llevaba un año evitando quedarse a solas con él, con ese hombre del que ni siquiera podía mencionar el nombre, así que fue una tortura cuando Jungkook distribuyó el equipo de trabajo en la misión llamada "TaeTae Day". Él tenía claro que debía borrarse a Jimin de la cabeza, no habían muchas opciones, sabía que amar a alguien que no sentía lo mismo era una muerte emocional y una pérdida de dignidad que no deseaba para él, quizás fue esa la razón por la que en navidad había tenido esa charla de poco tacto y tajante con el menor del grupo, porque ya había vivido todo lo que Jungkook esperaba.
Jimin sonreía separando el chocolate y las letras que pensaba utilizar, para este momento ya estaba recortando un papel que en su proceso le había explicado muy campante su idea para el pastel, obviamente Min no escuchó nada y solo se dignó a asentir de vez en cuando. Giró para observar el recorte y no pudo evitar ver esa sonrisa blanca y deslumbrante.
Se llevaban bien, eran muy unidos, sabían todo el uno del otro, pero todo cambió hace dos cumpleaños de Park, cuando se presentó como Alfa y las ilusiones de Yoongi murieron ese día 13. Luego se distanciaron, en realidad el mayor fue el que se alejó, hasta abril que Jimin en un desesperado berrinche le pidió explicaciones de la distancia, intentaron volver a como eran y sellaron el pacto con un pedido del menor: teñirse el cabello del color que el otro eligiera para su comeback. Jimin odia el helado de menta asi que le pareció gracioso que el cabello de Min tuviera ese color, por otro lado, Yoongi ama tanto las mandarinas casi como ama a Park Jimin. Y aunque no sirvió el pacto y volvieron a alejarse, Yoongi atesoraba estos momentos a solas con Jimin, así como también dolían.
