Tanto Jeon como Kim aún no se han presentado como alfa u omega aunque pertenecen al grupo más importante de Corea, el primero de incógnito en la historia de la música. Jungkook lleva años enamorado de Taehyung y su mayor anhelo es que se presente co...
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El moreno lloraba en el patio trasero de la gran casa, sentado con las piernas cruzadas en el borde de la pileta congelada por la nieve, Seokjin a su lado masajeaba su espalda haciendo más intenso su fresco aroma a eucaliptus que calmaba los dolores de su amigo.
—Llevas media hora llorando, Namjoon. —dijo el mayor— Ya es demasiado tiempo hasta para vos.
No obtuvo respuesta así que palmeó la espalda ajena con cariño. El sol estaba en su punto, aún las nubes tenían toques rosados muy lindos, llegando a las ocho de la mañana seokjin no dejaba de mirar hacia el cielo, la luna desapareciendo por completo, maldita luna.
—Debemos hacernos cargo del resto —dijo el Kim mayor con tranquilidad— Puedo decir que estás hablando con el CEO por teléfono si preguntan. No le diré a nadie lo que pasó, prometo olvidarlo, han pasado unos cuantos años y ya puedo ignorarlo, pero no vuelvas a hacerlo sino tendré que irme lejos. —Seokjin se paró dejando una mano en el hombro del líder— No te tortures tanto Namie, tenemos que lidiar con Jungkook todavía.
Aquella conversación con el menor del grupo había revivido tantos sentimientos que creía que podía manejar y se había equivocado, así que cuando salió de aquella habitación tuvo que alejarse de todos, pero más específicamente de una persona. El único inconveniente era que aquella persona supo distinguir perfectamente los toques ahumados de la madera y lo siguió hasta el jardín donde luego de una corta discusión se arriesgó a un corto toque de labios que había arruinado el trabajo de estos cuatro años.
Seokjin siempre sería un tema difícil para él y siempre que aquello dolía en su pecho se acercaba a Jungkook, una personalidad alegre y competitiva que lo acompañaba a entrenar. Hoy esa persona estaba pasando por lo mismo que él hace unos años, con mucho más miedo, el último beta de su manada estaba sufriendo y el único Omega muriendo. Era un pésimo líder.
—¿Namjoon, que te dijo Bang PD?
Secó sus ojos rápidamente con el puño de su campera, Yoongi lo notó, no era tonto.
—Dijo que Jin se encargará de la situación, nos quiere a todos lejos de Taehyung. —el líder sorvió su nariz y se levantó llegando a Min— Desde que Jungkook se encerró con Taehyung todos están bastante inquietos y no quiero que se repita lo de ayer.
—Entiendo, con Jimin y Hoseok decidimos salir por un café lejos de acá. ¿Te gustaría venir?
—Claro. Debo hablar con Jin primero, esperenme en el auto.
Ambos entraron a la casa, Yoongi dirigiéndose a la entrada y Namjoon a punto de dirigirse a la habitación de Jin cuando vieron a Hoseok abriendo la puerta de entrada y cinco personas ingresaron corriendo guiados por Jung. Yoongi olfateó el aire.
—Betas —dijo al líder— ¿Quiénes son y qué hacen en nuestra...? —el alfa fue ignorado.
De pronto estos sujetos que ingresaron sin presentarse también esquivaron al líder dirigiéndose a su objetivo: la habitación de Jungkook.
