Confession Letter ♡ ChanIn

Capítulo 4

Al siguiente día Jeongin se levantó temprano como de costumbre, luego de asearse y de alistarse se puso a preparar el almuerzo que llevaría ese día.

Él vivía solamente con su mamá, pues su padre murió hacía muchos años, cuando aún era un niño. Su madre trabajaba todo el día y llegaba muy tarde a su casa, además de muy agotada, por lo que no tenía mucho tiempo y menos las energías para prepararle el almuerzo. Fue por eso que Jeongin aprendió a cocinar, para así quitarle un poco el trabajo pesado a su mamá.

Terminó de preparar todo y de guardarlo en sus bolsas con estampillas de caricaturas, después fue a la habitación de su madre para despertarla, luego se despidió con un beso en su frente, tomó sus cosas y se encaminó al colegio.

Estaba ansioso por lo que haría ese día.

Llegó al colegio y saludó a Félix como acostumbraba, esperó que las clases transcurrieran hasta que fuera él receso. Apenas escuchó la campana salió del salón, avanzando a pasos rápidos, pero cuidadosos hacia la terraza para dejarle el almuerzo que le preparó a Chan y así él pudiera huir antes de que Chan llegara.

Fue cuestión de unos cortos minutos, llegó a la terraza y dejó con sumo cuidado la bolsa desechable en el lugar favorito de Chan. Después se marchó de allí con velocidad, por fortuna no se encontró a Chan.

No sabía cómo reaccionaría al ver la bolsa y la nota, le gustaría mucho poder verla, pero eso era muy arriesgado.

—¿Lo dejaste? —preguntó Félix cuando lo vio acercarse a su típica mesa.

—Sí.

—¿No te vio o sí?

—Creo que no me vio, no había nadie.

—Ojalá que así sea. Ven, siéntate a comer que esto está rico —dijo el pelinegro, degustando la porción que le llevó Jeongin.

Jeongin acató, se sentó y empezó a comer, con un poco de emoción, imaginando la expresión de Chan al probar su comida.

Sin embargo, cuando Chan llegó a la terraza no se percató de aquellas tarrinas desechables cubiertas por una funda con estampado de stickers, al menos no al principio. Estaba de pie y arrimado al balcón, observando lo que sucedía abajo, se dio la vuelta y se sentó en el suelo con su espalda reposada en la pared. Fue entonces que vio a su costado y notó aquella bolsa.

Sintió curiosidad, así que tomó la notita que se situaba amarrada en la parte de arriba y la leyó.

"El agua fluye por el río, hacia el mar, y yo fluyo para que tu corazón me deje entrar."

Hola, Chan. ¿Cómo estás?
Yo algo nervioso por esto.
Te preparé el almuerzo porque sé que no sueles almorzar y eso no está bien, te puedes enfermar. ;(

Seguro estarás confundido por esto y no has de querer probar la comida porque no sabes quién la preparó y qué puede tener, pero la comida no tiene nada malo, te lo aseguro. La preparé con mucho cariño para ti, espero que la disfrutes.

Con cariño, I.N.

Leyó la nota sin entender quién pudo haberla dejado. ¿Quién carajos era I.N? Parecían unas iniciales, pero por más que lo pensaba no tenía idea de quién podría ser.

Tampoco estaba seguro de probar esa comida, podría estar envenenada y él como estúpido matándose con eso, así que la dejó nota en su mismo lugar e ignoró la bolsa por el resto del receso. Aunque le rugiera el estómago y el olor delicioso lo estuviera tentando, no lo comería.