SURFING - {Luzu y tú}

II

Su mirada me intimidó y lo único que hice fue apartar mi mirada de el y fijarla en el suelo. Pasó por mi lado y subió las escaleras hasta supongo que su casa.

-Buenas noches -Me despedí del conserje-

Subí hasta mi piso por el ascensor y justo cuando llegué la puerta del vecino de en frente se estaba cerrando, ¿Será posible que esa casa fuese la del vecino misterioso que estaba en el portal recogiendo su correo?. Decidí no darle muchas vueltas y tras estar mirando unos segundos su puerta decidí entrar en casa a dormir.

Narra Luzu
¿Había oído bien? ¿Tablas de surf? ¿La gustará el surf? Pues claro que si, Luzu, si es que eres tonto, ¿Para que las querrá si no?.

Opté por subir a casa después de mirar el correo y cruzar un par de miradas con mi nueva vecina. Subí perezosamente mis escaleras y abrí la puerta de casa, oía como ella subía por detrás mía asi que decidí entrar ya en casa y observarla por la mirilla mientras pasaba. Se paró en mitad del rellano mirando mi casa, parecía que algo la atraía a ella y parecía que algo me atraía a mi hacia ella.

Se metió en casa, justo la que estaba delante mía. ¿Mi vecina de enfrente? No se si eso es una buena noticia...

¡No! ¡Luzu, no! Sácate ese pensamiento de la cabeza, acabas de salir de una relación que te ha dejado fatal, llevas llorando desde que Lana te abandonó y no puedes estar con nadie más. Lo mejor sería irme a dormir, ya tenía planes para mañana temprano.

Narra _____
Golpes en la puerta de mi casa me despertaron ¿Quien sería? Sólo son las ocho de la mañana.
-¿Si? -Pregunté abriendo la puerta-
-Hola, _____, la han traído esto -Dijo un portero que no era el mismo que ayer con mis cuatro tablas de surf en el suelo-
-Ah, muchas gracias, le dije al portero de ayer que las dejara en el garaje, pero no hay problema -Respondí cogiendolas-
-Ah, lo siento, si quieres las bajo al garaje -Se disculpó el nuevo conserje-
-No, no, ahora las voy a utilizar pero muchas gracias -Negué amistosamente su oferta-
Cuando el portero se fue yo andé decidida hasta el baño, cepillé mi pelo y me vestí con el neopreno, me lavé los dientes y en ayunas cogí mi tabla favorita y fui a conocer las olas de Los Ángeles.

Narra Luzu
Me desperté pronto y me vestí para salir a por mi café como todas mis mañanas, a la que volvía con el café en la mano me encontré con un montón de tablas de surf en el portal, eran bastante bonitas, seguramente de la nueva vecina. Saludé al conserje y me metí en el garaje donde guardaba todas mis tablas.
Hoy hacía un día expléndido para surfear, había olas de ocho metros y el cielo estaba soleado, como siempre en Los Ángeles. Me puse el neopreno y cogí el tablón para recorrer las olas de hoy.

Narra _____
Ya había llegado a la playa más cercana de casa, había varias personas surfeando y eso en España casi nunca se veía. Recogí mi pelo con una coleta para que no me molestara y me metí en el agua acompañana de mi tabla.
Me encontraba sentada en mi tabla viendo a los demás surferos haciendo autenticas maravillas hasta que uno de ellos pasa por delante mía, consigo llamar su atención y él se me queda mirando.
-Oye, emmm... perdón si te molesto pero... ¿Tú no eres mi vecino de enfrente? -Pregunté educadamente-
-No se de que me hablas -Respondió cortante-
-Sí, coincidimos ayer en el rellano -Proseguí-
-No se quien eres -Dijo mientras se iba-
Estoy segura de que era el, el es mi vecino de en frente.