SURFING - {Luzu y tú}

III

Estaba segurísima que era el pero... ¿Por qué fue tan antipático conmigo?.
Estaba cogiendo frio en el agua así que decidí salir y volver a casa.
El viaje se me hizo corto y cuando llegué ya tenía mi coche en frente del portal. El conserje me dio las llaves y fui a estacionarlo en el garaje que estaba vacío, sólo había otros nueve coches más.
Subí los escalones de dos en dos hasta llegar a casa y cambiarme el neopreno, me puse un vestido blanco y unas sandalias, dejé mi pelo suelto y me maquillé lo justo para no parecer que estaba cansada.
Cuando terminé y vi que mis tablas seguían en el salón cogí algunas y las bajé al garaje para tenerlas allí, dejé las tres que había cogido cerca de mi coche. Subí de nuevo para coger las que me faltaban y cuando ya estaba abajo alguien estaba de espaldas tocando mis tablas.
-¡Eh! Son mías -Grité para llamar su atención-
No obtuve respuesta.
Me acerqué hasta estar detrás suya y entonces me di cuenta de que era el chico que vi esta mañana en la playa. Sabía que era mi vecino.
-Tranquila, sólo las estaba apartando un poco para que mi coche no las atropellara al salir del garaje -Advirtió-
-Ah... en ese caso... gracias -Susurré tímidamente-
El chico de pelo castaño y gafas de sol azules no dijo nada, montó en su coche y se fue.
¿Qué narices le pasa a este chico? es mi vecino y me evita, no me conoce de nada pero me odia, no le he hecho nada y ahora mismo llevarme bien con alguien del edificio estaría genial pero no me lo ponen nada fácil.

Entré al portal y me acerqué al portero.
-Miguel, ¿Me puedes responder a una pregunta? -Pregunté tímidamente-
-Claro, dime -Aceptó el conserje-
-¿Cómo se llama mi vecino? El que vive en frente mía -Quise saber-
-¿El que vive en el 3° A?
Yo asentí
-Se llama Luzu.

Narra Luzu
Necesitaba ir a la compra, era la primera vez que iba desde que Lana se fue y aun me cuesta hacerme la idea de que vivo solo, de que estoy soltero y de que ella nunca volverá.
'Leche, huevos, carne, verduras, fruta, cereales, zumo y comida para Leia" Me repetía a mi mismo para no olvidar todo lo que debía comprar.
Cuando terminé y volví a casa metí mi coche en el garaje y allí seguía ella, no se como lo hacía pero siempre la encontraba y estuviese donde estuviese ella estaba allí.

Bajé del coche y sin ni si quiera mirarla eché a andar hasta el portal
-Hola Luzu -Escuché como decía detrás mio-
No la respondí, no quería responderla. Sabía lo que pasaría, me enamoraría y no quiero sufrir más.