SURFING - {Luzu y tú}

XXIII

Llegué a casa lo más rápido posible y subí corriendo a la casa de _____, saltaba de dos en dos los escalones para llegar cuanto antes y decirla lo mucho que la queria, que yo era un idiota y que me había cambiado completamente la vida. Que si no hubiera sido por ella no se ni lo que sería de mi, que me perdonara y que me siguiera haciendo el hombre más feliz del mundo.

Golpee la puerta de su casa con fuerza y grité su nombre un par de veces para que me escuchara a través de la puerta, pero nadie respondió ni abrió.

Decidí llamarla al teléfono móvil ya medio desesperado pero solo me respondió el buzón de voz, lo tenía apagado.

Bajé corriendo al hall del edificio, lo mismo el conserje podria decirme algo o a lo mejor la había visto.

-¡Miguel! -Grité agitado por la energía que había gastado en las escaleras y lo nervioso que estaba-
-¿Si? -Respondió tranquilo-
-¿Has visto a _____? -Pregunté nervioso-
-Sí, se ha ido con una maleta en la mano hace una hora aproximadamente -Contestó escribiendo algo en el ordenador-

Mi respiración se agitó, _____ se había ido y no se cuánto tiempo estaré sin verla, puede que se haya ido para días o para meses.

Estaba sentado en el suelo llorando con la cara enterrada en las palmas de mis manos. ¿Cómo podía haber sido tan estúpido?

-Luzu, lenvanta -Escuché una voz ronca encima mía-

Levanté la mirada y estaba Miguel ofreciendome su mano para levantarme del suelo. Se la acepté y me puse de pie junto a el.

-Llegará mañana de madrugada para recoger sus cosas, las que no le cabían en la maleta, si te despiertas temprando probablemente podrías verla... -Advirtió Miguel-

No podia ni hablar, simplemente abracé a Miguel y le di las gracias.

Subí tranquilamente a casa (dentro de lo tranquilo que podia estar) y me hice algo de cenar, ya era demasiado tarde y el día había sido muy instenso.

Me encontraba en la cama intentando dormir pero con los nervios de ver mañana a _____ y el dolor de cabeza no me lo permitía así que mire el reloj y apenas eran las seis de la madrugada. Mi plan era bajar al hall del edificio a las ocho de la mañana asi que no dormí apenas, me metí en la ducha y me tomé una pastilla para combatir el dolor de cabeza.

Me encontraba en el hall diez minutos anetes de lo previsto, a las 7:50 AM y no había rastro de _____.

Unas pocas horas más tarde escuché como un coche aparcaba en el exterior del edificio y recé porque fuera _____ y así fue, ella entró por la puerta principal vestida con un pantalón de deporte muy holgado al igual que la sudadera.

Se sorprendió al verme porque divisé como sis cejas se asomaron por encima de sus gafas de sol a modo de sorpresa. Se quitó las gafas dejando ver sus increíbles ojeras y sus ojos hinchados demostrando que no había dormido toda la noche porque la había pasado llorando al igual que yo.

Inteté hablar.

-No digas nada, no quiero hablar -Me cortó _____-
-Por favor, dame cinco minutos para explicarme -Supliqué mirando sus preciosos ojos que incluso hinchados y rojos eran preciosos-
-Ahora no -Respondió cortante-