V | CORREDORES

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—¿Estas lista, Susan?— Coloqué mi mano sobre su hombro tratando de trasmitirle seguridad.

—¡Sí! ¿Lo estás tú abuelo?— Pregunto en un tono burlón.

—¡Claro! Seré un gran corredor— exclamo con emoción mientras coloco una de mis manos sobre mi pecho. —Mejor que tú incluso— Termino mi discurso mientras miro a mi compañera con una sonrisa en el rostro.

—Eso quisieras, esperemos no te coma un penitente en tu primer día de trabajo— Comento con burla.

—Ya, basta— Darwin interrumpió nuestro pequeño duelo. —Ambos serán comida de penitente si no se concentran— Hablo con un evidente tono de nerviosismo.

—Hey tranquilo— Ahora fue el turno de Newt, quien rodeó los hombros de mi amigo pelirrojo con su brazo. —Lo harán bien, ya verás— Newt intento darnos ánimos.

Darwin era el menor entre los tres, pero a pesar de eso siempre mostraba preocupación por nosotros, quizá por el hecho de que Susan y yo no tenemos noción del peligro.

—Volveremos antes de que anochezca— Susan hablo decidida, tanto que incluso parecía estar afirmando que así sería.

—Tienen qué, de no regresar los penitentes serán el menor de sus problemas— Alby, quien había estado escuchando todo desde cerca entro en la conversación.

—Solo si sobrevivimos— Bromeé.

—No es gracioso— Volvió a hablar Darwin, está vez en un tono más serio y tajante.

—Si, lo siento— Admití al darme cuenta que mi intento por aliviar la tención había sido en vano.

El sonido del mecanismo que abría las puertas del laberinto retumbó en mis oídos, jamás había estado tan cerca cuando estás se abrían, me tomo por sorpresa.

—¿Listos?— Minho hablo por primera vez.

—Lista.

—Listo.

—Bien, entremos— Sin más, Minho comenzó a correr a toda velocidad hasta entrar al laberinto.

Ambos nos quedamos parados en la entrada un momento, pero en cuanto vi a Susan entrar al laberinto para seguir a Minho, me di cuenta que ya no había forma de arrepentirse.

—¡Mucha suerte!— Logré escuchar a Darwin gritar mientras me alejaba de ellos.

—Ok, detengamos un momento— Minho freno en seco, provocando que Susan y yo nos detengamos unos pasos atrás de él y Ben, quien se había mantenido callado hasta ahora.

Aproveche para dar un vistazo a las paredes del laberinto, era fascinante y aterrador al mismo tiempo, incluso podía ver una que otra mariposa circular por los enormes pasillos que nos rodeaban.

—Nos dividiremos en parejas— Minho volvió a hablar. —Ben y yo iremos por la izquierda y ustedes por la derecha— Finalizó mientras comenzaba a avanzar junto a Ben.

—Espera, espera— Susan lo tomo del hombro obligándolo a girar en nuestra dirección. —¿Estás laneas dejarnos solos, sin indicaciones, sin conocimiento y sin experiencia?— Cuestionó irritada.

—Primer y único consejo— Minho hablo, mientras apartaba sutilmente la mano de Susan que anteriormente había posado sobre su hombro. —No mueran— Finalizó

—Recuerden que están a prueba, nadie dijo que ser un corredor era una tarea simple— Hablo por primera vez Ben.

Ambos dieron vuelta sobre sus pies y comenzaron a correr hacia el lado contrario a nosotros, no podía creer lo que estaba pasando.

THE MAZE RUNNER || UN LUGAR... ¿SEGURO? ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora