❥¿𝐄𝐬𝐜𝐥𝐚𝐯𝐨 𝐎 𝐒𝐞𝐠𝐮𝐢𝐝𝐨𝐫?

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La gran tormenta cubría la isla que fue condenada al gran infierno, rayos iluminaban el cielo cubierto de nubes que lograron ocultar el sol

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La gran tormenta cubría la isla que fue condenada al gran infierno, rayos iluminaban el cielo cubierto de nubes que lograron ocultar el sol. Un olor a sangre y putrefacción inundaban las fosas nasales del gran titan rojo, qué observaba el territorio que le fue robado desde el volcán activo qué había sido tomado como nido por la hydra dorada. Creyó que querrían ventaja con ese territorio, qué sólo necesitaban descansar y después marcharian a algún otro lado que no sea ahí, pero estuvo tan equivocado. Necesitaba aliviar su dolor con pensamientos falsos sobre su futuro, un futuro donde el podría anidar de nuevo en su volcan, Godzilla seguiría vivo y el usurpador moriría a manos del rey. La primera noche junto Ghidorah creyó eso, soñó despierto mientras se desconectaba del mundo, no pudo dormir tranquilo, las ondas del miedo que emanaban los seres del espacio lo perturbaban, recordándole cada vez con más fuerza su derrota. No pregunto por el plan, no necesitaba hacerlo para saber que no tenían uno, ellos solo existían para destruir un mundo al qué no pertenecían, pero que aun así estaba a sus pies.

No quiso mirar más y apartó su vista de ellos en el nido humano. Los humanos qué habitaban ahí eran probablemente los descendientes de los que lo llamaban Dios, le llevaban sacrificios y clamaban su nombre con alegría. No le temian como los que observó al salir del volcán, los seguidores qué tenía lo amaban y él aprovechó eso y les correspondía sus actos manteniendo las temperaturas habitables y protegiéndolos de los otros titanes.

Sintio los ojos rojos posarse sobre él, la mirada poderosa qué no era capaz de devolver. Escucho la tormenta aumentar y de repente se convirtió en granizo, la voz de los dorados apareció en su mente y tuvo que escucharlos.

-Oye, el hermano Ichi dice que vuelvas al volcán. No te queremos mas inútil de lo que eres ahora.- Ni, el más agresivo de los tres, se lo dijo en un tono rudo pero que escondía algo más que Rodan no fue capaz de decifrar, y en su lugar, mordió su lengua para no soltar más insultos hacia ellos.

No le respondió y solo acato la orden, entrando a su hogar que ya no se sentía como uno, ellos lo habían adaptado a sus necesidades y lo convirtieron en un lugar más frío de lo que debería. La lava que había dentro había desaparecido con la erupción que había causado a su salida, lo que antes era un mar de lava se convirtió en una pequeña piscina a la que ni siquiera podía entrar. En vez de eso, solo fue a su pequeño espacio, vivir con una hydra que es tres veces tu tamaño era duro, y más tratando de no morir por hacer algo que lo haya enojado. Solo deseaba poder irse de ese lugar lo más pronto posible, no podrían quedarse ahí para siempre.

El granizo chocaba contra su piel de obsidiana y de alguna forma dolía, un simple granizo dolía, no entendia como o porque pero lo hacía. Levanto su ala izquierda y vio su herida volver a abrirse, las marcas de mordida permanecían intactas a pesar de haber pasado dos días, su factor regenerativo se había alentado y con ello se había vuelto más débil, por eso dolía. La poca luz que iluminaba desde la entrada del volcán se había ido, siendo reemplazada por la silueta de el dragón, quien veía su herida como si fuera algo de lo que los hiciera sentir orgullosos, sus ojos rojos reflejando la lava que aún quedaba le hizo saber cuanto disfrutaban de verlo así. Se sintió pequeño otra vez, diminuto ante su presencia y ellos se acomodaron como pudieron al rededor de la piscina de lava, asegurándose que Rodan quedará incluso más alejado. Disfrutaban verlo sufrir por curarse, su herida habría sanado si pudiera descansar bien, si estuviera bien alimentado o si no estuviera bajo heridas continuas por parte de ellos, sonreían al pensar en eso. Y aunque el pteranodon los siguiera, no sabían que era y no podían tratarlo de una manera específica; en su planeta existía la jerarquía, los débiles servían a los fuertes, pero los fuertes servían como soldados para los que eran aún más fuertes. Tal vez Rodan era un soldado, pero ellos no lo trataban como uno, él necesitaba recuperar el fuego que solían ver, sabían que lo tenía, lo uso contra ellos a pesar de estar aterrorizado, pero después de que anunciaron su reinado parecía como si se hubiera extinto, incluso la lava que corría en las grietas de su piel habían dejado de brillar. Necesitaban su llama para que quemara todo a su paso, pero al parecer él la había perdido por completo.

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⏰ Última actualización: Jun 15, 2024 ⏰

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