Me miré en el espejo de mi cuarto de baño. Mi cabello me llegaba hasta la cadera y era de color negro. Había estado pensando en teñírmelo, pero no estaba en mis planes alertar a Shoto ni llamar la atención.
—Momo—una voz masculina inundó la habitación tomándome por sorpresa.
—¿Sí?
—¿Te vas a algún sitio?
Shoto se asomó por la puerta.
Él era mi compañero de piso y mi amigo de la infancia. Un chico con el pelo de colores y heterocromático.
Era como un hermano para mí. Me conocía mejor que nadie o al menos eso era lo que él creía.
—Me he dejado mi teléfono móvil en el trabajo, así que saldré un momento—respondí.
Le dije aquellas palabras con una leve sonrisa. Esperaba que no se diera cuenta de que estaba mintiendo.
Tras mis palabras fui a mi habitación y cogí una mochila. Noté a Shoto observándome. Él no tenía la más mínima idea de lo que en realidad iba a hacer, y esperaba que siguiera así.
—Son las once de la noche ¿No quieres que vaya contigo?—preguntó.
—Shoto, sé cuidarme sola, pero agradezco tu preocupación—sonreí con suavidad—Estoy cerca y además tengo la llave del lugar. Estaré bien.
A pesar de su preocupación, asintió. No pude evitar suspirar aliviada.
—Está bien, pero ten cuidado—tras sus palabras salí de aquel piso.
Al bajar estuve caminando hasta llegar a un callejón. Allí, abrí la mochila, me coloqué unos guantes y un pasamontañas, y saqué un cuchillo plateado guardándomelo en el pliegue del pantalón.
Era cuestión de tiempo que fueran las doce de la noche y de que mi plan se pusiera en marcha. Mi próxima víctima era un hombre llamado Tomura Shigaraki. Le había estado observando las últimas semanas y sabía que cada jueves volvía a casa por ese callejón después de tomar unas copas con unos amigos.
Al oír unos pasos supe que era él. Su traje elegante y caro le delataba. Antes de que pudiera huir, coloqué un pañuelo con cloroformo en su nariz. Él intentó resistirse, pero no pudo. Cuando empezaba a quedarse inconsciente le tendí en el suelo con cuidado.
—Ayuda...—susurró. Fue inútil.
Sonreí con amargura ante sus palabras a medida que sacaba el cuchillo.
—No te preocupes, te mataré ahora mismo. No quiero compartir ni un segundo más en este mundo con alguien como tú.
—¿Quién...?
—Dulces sueños, Tomura—le interrumpí.
Sin dejar al hombre oportunidad para defenderse, le clavé el arma directa en el corazón, acabando con su vida al instante. Tuve que contener las ganas de apuñalarlo más veces, pero no podía cometer errores. Sin embargo, sentía muchísimo odio por aquel hombre y sus compañeros.
Tras su muerte, cogí su carnet de identidad y dejé todo igual a como me lo había encontrado, recogiendo todas mis cosas sin dejar ni una sola huella.
—Uno menos—tarareé.
Al volver a casa, Shoto ya estaba durmiendo. Lo conocía muy bien para saber qué no iba a despertarse hasta que saliera el sol, así que me dirigí al cuarto de baño. Aproveché para limpiar el cuchillo y los restos de sangre que pudiera tener. Me asqueaba tener la sangre de ese hombre sobre mi piel, pero era un sacrificio que tenía que aguantar.
Al terminar, me dirigí a mi habitación y cerré la puerta. Solo me quedaba un hombre para terminar con mi objetivo, pero sabía que era muy probable que, como al resto, la policía lo tuviera protegido. Sin embargo, a pesar de eso tenía una oportunidad. En el caso de Tomura también fue recluido por la policía, pero al no conseguir nada le dejaron libre y este siguió su vida con normalidad a pesar de haber dejado su trabajo. Me temía que para matar a Jin iba a tener que pensar una estrategia mejor de la que seguía siempre.
—Estoy a punto de conseguirlo. Prometo que lo conseguiré. Todos pagarán por lo que te hicieron, Nemuri.
Miré una fotografía encima de mi escritorio, donde se encontraba la que una vez fue mi mentora: una mujer de cabello oscuro y de ojos azulados. Después, abrí uno de mis armarios y saqué una carpeta que tenía escondida en un compartimento. Allí tenía todo apuntado y por fin podía tachar a Tomura de la lista.
Al oír un ruido proveniente del salón, guardé las cosas rápidamente y comprobé que todo estuviera en orden. Al salir al comedor, vi que era Shoto.
—¿Qué haces despierto?—le pregunté fingiendo indiferencia.
—Solo estaba preocupado por ti—sonrió, aunque se le notaba preocupado— Últimamente sales tarde y vuelves tarde. Hay personas peligrosas afuera, Momo. No quiero que te pase nada malo.
No pude evitar mirarle algo apurada, me dolía verle así, pero tenía que evitar que él se viera implicado en lo que estaba haciendo. Era una persona demasiado buena y bondadosa, nunca aceptaría aquello.
—No te preocupes. Sabes que sé defenderme sola y siempre puedo pedir ayuda ¿O no?
—Sí, en eso tienes razón—suspiró—Siento ser tan plasta, pero es que desde que Nemuri murió no eres la misma. Al final, ella era como una madre para ti.
Mis puños se apretaron ante lo que dijo. Él me miró apurado dándose cuenta.
—¡Lo siento! No quería decir eso.
—Tranquilo, estoy bien, pero mejor no hables de ella ¿Está bien?—fingí una sonrisa y me di media vuelta—Y agradezco tu preocupación, Shoto.
Él me abrazó con fuerzas. Su gesto me tomó por sorpresa. Me sentía culpable de todo lo que le estaba ocultando a alguien como Shoto. Él siempre había estado a mi lado en mis peores momentos.
—Buenas noches, Momo—sonrió—Y lo siento, prometo dejar de preocuparme tanto.
—Hasta luego, que duermas bien.
Cuando vi que él se dirigió a su habitación, fui a la mía cogiendo mi ordenador portátil. No vi ninguna noticia referente a aquel hombre. Dada la posición donde lo había dejado, calculaba que la policía tardaría unos dos días en darse cuenta o que seguramente algún transeúnte encontraría el cuerpo durante ese periodo.
Por suerte, me daba tiempo a ir planeando mi próximo movimiento: acabar con la vida de Jin Bubaigwara. No iba a fallar. De eso estaba segura.
Al final, trabajaba en la cafetería donde iban la mayoría de policías cada mañana y esperaba que la detective a cargo del caso acabara yendo también.
¿Quién iba a sospechar de una inocente camarera?
¡Hola! ¿Qué os ha parecido? <3
¡Gracias por leer una vez más y espero saber vuestra opinión!
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Inocente | MomoJirou
RomanceDonde Kyouka es una detective que está investigando una serie de asesinatos y Momo una camarera menos inocente de lo que parece. [AU sin quirks]