Un campo de batalla, el sonido de miles personas moviéndose en retirada y los gritos de júbilo inundaban el sitio mientras los invasores huían de la reciente batalla.
Los barbaros habían fallado en este día, Hibralt se mantendría en pie una vez más como lo hizo hacia cien años, sus muros no cayeron y sus soldados regresarían a casa para descansar del conflicto tras meses de estar lejos de casa.
La ciudad de Hibralt, un bastión que había servido por generaciones celebraba en este día por la victoria en contra de los barbaros que buscaban destruir el reino y asolar a su gente. Las agotadas tropas entraban por sus grandes puertas, los canticos y alabanzas llovían sobre ellos al pasar por la plaza en dirección del castillo para presentar su reporte a su majestad y dirigiendo a todos ellos estaba el caballero más fuerte del reino.
Luz Noceda la líder del ejército se encontraba al frente de sus tropas guiándolos de vuelta a las barracas, a su lado su consejero Gus Porter y al otro lado su quien sería futuro cuñado Edric si todo salía bien.
-Nerviosa? capitana - El hombre peliverde le pregunto con una sonrisa - No todos los días tienes una audiencia con su majestad.
Luz suspiro antes de encararlo - Mentiría si digiera que no, si tan solo pudiera hacer esto más seguido sin la necesidad de una invasión o un evento importante en el reino.
- Ha! las circunstancias de ser el caballero más fuerte del reino, pero madre no esperaría menos de ti o de cualquiera que desee la mano de la princesa - Edric dijo esto con cierto dramatismo en su voz.
-Al menos tú tienes a alguien esperándote en casa, yo en cambio sigo solo después de todo este tiempo - Gus remarco al príncipe algo exasperado, - si tan solo tuviera la mitad del encanto uno de ustedes no estaría solo ahora.
El consejero se hundió en su miseria, el ambiente se tornó incomodo mientras las risas ahogadas se escuchaban a sus espaldas.
-No te preocupes Gus, algún día encontraras a la personas indicada - La capitana intento reconfortarlo pero solo logro que las risas estallaran a sus espaldas. Luz acelero su paso para llegar a la entrada del palacio.
Dos enormes guardias custodiaban la entrada, envueltos en gruesas armaduras el par se encontraba estáticos como estatuas a la espera de visitas. - Holas chicos! - Luz exclamo al verlos, ambos la miraron por unos instantes antes de abrir la pesada puerta que daba al interior del castillo.
Uno entro y la guio por pasillos hasta la zona del trono, un viaje en silencio por parte del guardia y muchas preguntas por el lado de ella que no obtuvo respuesta en todo el recorrido.
- Entra - Su voz indico con fuerza y de manera firme a Luz y ahí estaba ella, la razón del porque se esforzaba cada día por ser mejor, el motivo para luchar incansablemente contra las hordas de barbaros que buscaban destruirlos y a su lado, Odalia la reina de Hibralt y madre de la princesa Amity.
- Felicitaciones capitana Noceda, una vez ha defendido exitosamente nuestras fronteras de esos sucios barbaros - La reina le felicito con una sonrisa, pero Luz podía notar cierto descontento en que ella hubiera sobrevivido al encuentro.
- Todo sea por la paz, reina Odalia - Luz respondió con una reverencia, un pequeño chasquido pudo escucharse en la sala, ella no necesitaba subir la mirada para saber de quién era.
El odio que la reina Odalia sentía hacia ella era algo que todos sabían bien, pero nadie mencionaba, un resentimiento que llevaba formándose desde que su madre había sido nombraba capitán.
Luz lo sabía pero no le importaba en lo absoluto, alzo su miraba para encarar a la reina y a su princesa - Reina Odalia he cumplido con mi misión exitosamente ¿Puedo esperar que usted cumpla su palabra? -

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Ya no mas tu caballero
FanficTras años de conflicto la guerra entre el reino de Hibralt y las tribus barbaras se acerca poco a poco su conclusion. Luz Noceda el caballero mas fuerte de Hibralt es encomendado con la mision de comandar a las tropas hacia el ultimo embate con los...