Esposo ejemplar

Four

──¿En serio debes de ir a la oficina?, se suponía que hoy era tu día libre ──El rubió sostuvo de la mano a su pareja mientras este se arreglaba un poco la camisa

──Sí cielo, lo que sucede es que yo y mis amigos decidimos hace un més que hoy iríamos a un bar, nos veríamos en la oficina ──Se giró para ver a su pareja y solo lo encontró sentado sobre la cama con una mueca de disgusto── Siento no haberte avisado con tiempo

Kojiro se acercó a su esposo y le tomó de la cara con cariño para proceder a darle un par de besos, se despidió solo para retirarse posteriormente, dejando totalmente solo a Poseidón de nuevo

──Hoy teníamos reservación para el restaurante ──Murmuro el griego cuando estuvo en soledad

Sin duda ese fin de semana seria largo

──¡Y SE LARGÓ!, ¿¡PUEDES CREERLO!? ──Chillo mientras mantenía el teléfono contra su oreja a la vez que comía algunas golosinas que tenia por ahí

──Poseidón, pareces histérico...pero entiendo tu enojo, deberías salir también, por lo que tengo entendido; tú no sales mucho de tu casa desde que estás casado. ──Le respondió una de sus hermanas al otro lado de la llamada, Hera

──¿Y a donde se supone que vaya?

──No lo se, podrías ir a un bar o un restaurante

──¿Iría solo?

──Obviamente no, puedes conseguir un acompañante fácilmente, eres tú, después de todo

──Bien, conseguiré uno y solo esperó que no crea que vamos a follar después de la cena

──Bueno, quizás podrías aprovechar para que te quiten lo amargado

──Jodete Hera

──Yo también te quiero, ¡cuídate!

La llamada término y de nuevo fue el silencio, el rubió dejó de lado su celular y se levantó de aquel sofa para comenzar a caminar a la cocina no sin antes ponerse sus pantuflas

Apenas llegó a esta, tomo un vaso de vidrio aunque repentinamente lo cambió por una copa de cristal, se dirigió con la copa a un estante alto de donde extrajo una botella de vino, sin esperar más se llevó la botella de vino y la copa a la sala

Que se jodieran todos, el se iba a emborrachar

Pasaron los minutos tortuosos
Y luego los minutos se volvieron horas entre copas de vinos hasta que por fin término varías botellas

Eran al rededor de las ocho de la noche y su esposo no daba señales de vida, así que no hizo más que ponerse de pie para caminar a su habitación

Tardo una hora pero cuando por fin salió, llevaba puesto una bonita lencería de encaje bajo la bata blanca que portaba

Volvió a su cómodo sofa donde estaba apuntó de continuar su diversión, eso hasta que tocaron la puerta de su casa

Se le hizo raro pero se levantó y fue a abrir entre tropezones que provocaba su embriaguez, cuando llegó a la puerta la abrió y miró a quien fuera que tocaba

──Holaaa? Hip

──¡Hola, buenas noches!, ¿esta es la residencia Kojiro?

El rubió se apoyo en la puerta para sostenerse mientras miraba al hombre frente suyo, alto, se miraba fuerte pues en sus manos se marcaban sus venas, una sonrisa amable y era de buen ver

Sin duda era un poco similar a Hades, con la diferencia de que su cabello era azul marino y ondulado

──¿Señor?

──Sí, es aquí Hip

Sonrió un poco, algo raro en él pero estaba demasiado ebrio así que no se le podía juzgar

──Bueno, tengo una entrega para esta residencia, ¿se encuentra el señor Sasaki?

Poseidón negó con la cabeza mientras descaradamente subía un poco de su bata para mostrar su muslo ajustado por la lencería

El hombre noto esto y no pudo evitar ponerse rojo

──No, pero yo soy su esposo hip podría darme su paquete

Mencionó en tono coqueto mientras deslizaba sus dedos por su blanca piel en conjunto de que mordía sus labios, el otro estaba ya más nervioso, ¿cómo debería actuar teniendo a un hombre tan bello frente a el ofreciéndose en bandeja de plata?

──Claro, firmé aquí por favor

Sostuvo con una mano la caja y con la otra le entregó una hoja y una pluma la cual el rubió firmó sin pensar

──Bien, muchas gracias, le hago entrega de su paquete

Sin más que decir, aquel hombre le entregó el paquete entre sus manos

──Espera, antes de que te vayas...podría saber tu nombre?

──Oh, soy Anfitrite, señor

──Bien, Anfitrite

El rubió dejó botado aquel paquete solo para acercarse al peliazul, apegandose a su cuerpo

──Estoy muy solo...¿no quisieras hacerme algo de compañia?

──¿Di-disculpe?

──Por favoor~

Anfitrite lo dudó demasiado, pero al final término accediendo a acompañarlo dentro de su hogar

Pues ambos estaban necesitados en ese aspecto

Anfitriteeee :D