Viserys, devastado por el fallecimiento de su esposa Aemma durante el parto, decide desquitarse y desahogarse con la bruja de la familia Targaryen. Lo que no sabía es que 9 meses después nacería una niña rubiofresa con un gran mechón blanco junto a...
Rhaleys llevaba días desaparecida y solo su padre sabía hacia dónde se dirigía.
Los hermanos Targaryen estaban desesperados. No tenían ni idea de donde estaba Rhaelys, ni siquiera sabían si estaba viva. Cuando le preguntaron a su padre este solo les contestaba lo mismo.
- Ella no está, no os incumbe sus motivos de desaparición.- les contestaba el Rey con frialdad.
Ellos se sentían traicionados. Les había abandonado sin siquiera despedirse.
¿Y si ya no los quería?¿Y si se había cansado de ellos y se marchó para no verles más?
Ambos se hacían esas mismas preguntas a diario.
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Viserys se había ido con su hija del palacio a Dragonstone con sus nietos y su hermano dejando así de lado el trono.
Alicent y Otto estaban planeando en su ausencia poner a Aegon de rey y encerrar a todos los jinetes de dragón en el palacio para que nadie pudiera informar a Viserys.
La única capaz de atreverse a informarles era Rhaenys, la cuál la tenían vigilada sin poder ir con Meleys.
Una noche, Rhaenys, escribió una carta y con los libros leídos de magia, pudo mandársela a Rhaelys, la única capaz de ayudarla en estos momentos al solo ella poder recibir una carta de ese tipo.
A pesar de Aegon y Aemond estar en contra de tal plan de su madre, no podían hacer nada para evitarlo.
Otto había hecho una reunión en las que se encontraban todas las casas que una vez dieron su aceptación a la princesa Rhaenyra como próxima reina de los 7 reinos.
Les hizo prometer que se rindieran ante su nuevo próximo rey Aegon II. Todos se rindieron por el miedo de ser ejecutados menos tres. Dos de ellos acabaron siendo encerrados mientras que el tercero acabó prestando sus respetos.
Aunque por lo visto solo lo aparentaba porque al acabar la reunión fue rápidamente a su caballo para intentar huir del lugar y avisar.
Lamentablemente acabaron pillándolo y se lo llevaron junto a los otros dos.
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