Harry no soporta más los tratos que recibe de sus amigos, aquel túnel que dice ser la luz es cada vez más oscuro y conforme pasa de año es peor, no solo con sus amigos sino con sus parientes también. Los dementores no son los mejores en su tercer añ...
Hola lamento la tardanza pero comente el capítulo anterior es un poco pesado escribir mi tesis, clases y servicio, pero en este momento estoy ausente de clases por lo tanto escribiré un poco más.
NOTA IMPORTANTE:
MI LOCA CABEZA NO ME SACA ESE GUSANITO DE HACER ESTA HISTORIA UN CROSSOVER DE HANNIBAL Y HARRY POTTER, YA VERAN EL DESARROLLO EN SERIO EL ESTRÉS DE LA ESCUELA ESTÁ DANDO SUS FRUTOS A MI CREATIVIDAD LOCA.
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Harry caminaba despacio junto a Snape por la concurrida calle Diagon bajo un hechizo no me notes, al llegar al recinto escuchó los gritos característicos de la señora Weasley reclamando el por qué no podía entrar a la bóveda, cual era dicha cuenta no lo sabía, sin embargo, un malestar se asentó en su estómago como si temiera el miedo de saberlo.
Al llegar espero a que el goblin terminará su trabajo y contestó- buenas tardes deseo ver a Durtor- comentó mientras entregaba un pergamino.
-Bien sígame- gruño el goblin, dirigiéndole hacia una puerta caminando entre pasillos hasta llegar a una puerta negra decorada con apliques de oro y zafiros- esperen aquí.
- ¿Cómo supo que yo estaba aquí?- cuestionó Harry mientras observaba al profesor
-Ellos tienen una magia diferente a la de nosotros Harry, además cuando entras por primera vez tu firma mágica se graba y ellos pueden saber, el por qué no dijo nada es por el papel que le mostré-instruyó el mayor tranquilamente; él reconocía el poder de los goblins, no era tonto, el hombre tenía la noción de que los goblins estaban más conectados con la madre magia que los magos mismos.
- Pueden pasar- gesticulo el goblin
Al entrar al salón había un escritorio de cedro con las esquinas decoradas y en la parte cerrada que daba a los clientes se mostraba una escena de un goblin montado sobre un carnero empuñando una espada hacia adelante, sentado detrás del escritorio se encontraba un goblin de pelo cano y ojos negros, su piel se veía curtida por los años, vestido con un traje oscuro y detrás de este en la pared colgados se encuentran distintos escudos cada uno diferente pero con un mismo logo.
Snape retiro el hechizo de Harry y de sí mismo, para después ambos tomar asiento frente al escritorio- Que tus arcas sean grandes y tus enemigos perezcan Durtor- añadió Severus, observando al ser frente a él.
-Sus enemigos caerán y sus arcas rebosarán, Lord Prince, dígame ¿Cuál es la petición que quería con tanta urgencia atender que no podía esperar? - Cuestionó el hombrecillo observando de reojo al menor
-Deseo que le hagan una prueba de sangre desde su identidad hasta saber si hay algún daño, maldición o poción en él así como su herencia- dictaminó directo a los negocios, pues era bien sabido que los goblins no eran conocidos por perder su tiempo, ya que para ellos la frase el tiempo es oro, era casi literal.
El goblin sacó de su cajón del escritorio un pergamino, una poción y un athame de plata con incrustaciones de amatista, moviéndolas hacia Harry- aquí, sobre el pergamino siete gotas de tu sangre- Harry dudoso volteo a ver a Snape observando la afirmación del hombre, aunque parte de sus pensamientos eran una lesión más una menos, sangre de más sangre de menos. Haciendo lo que se le indico sin sentir dolor, se cortó la palma de la mano siendo visto con orgullo y respeto por el goblin pero preocupación por el hombre mayor que si bien no supiera lo otro también lo vería con orgullo, al haberse derramado las siete gotas el corte de su palma se cerró y Durtor movió en círculos la poción y la derramó sobre el pergamino siendo absorbida por este y comenzando a entretejer garabatos y arañas de tinta roja al terminar este proceso el goblin se los pasa a ambos hombres.
