Capítulo 12

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Al llegar al bar, Thomas ya se encontraba acomodando el escenario improvisado para aquella noche.

Dejé mis cosas en el lugar de siempre y fuí a ayudarlo, parecía demasiado concentrado en lo que hacía porque se asustó cuando me pare a su lado y le pregunté si necesitaba ayuda.

-Me asustaste - dijo.

-Bueno perdón.

-No pasa nada y no, no necesito ayuda, ya terminaba.

-De acuerdo.

-¿John te avisó que en dos semanas vuelve?

-Si, la pregunta es ¿Tu que harás? - no me resistí a preguntar.

-Aun no lo sé.

-Si fuera tú, me quedaría un tiempo más.

-¿Por? ¿Nuestro trato no era que una vez que mi tío volvía todo acababa?

-Si, pero me caiste bien.

-Aja - dijo que una cara de sospecha.

-Es verdad, no lo digo en broma.

-Si si.

De pronto me puse a pensar en todo este último tiempo, conozco a Thomas desde hace muy poco tiempo, pero creo que cuando se vaya sentiré que falta alguien, cómo cuando un amigo se va de vacaciones, sientes que falta para pasar buenos momentos.

Axel se coló en mi mente derrepente, se que sonará egoísta, pero no deseaba que trabajará aquí, no lo pasaría bien para nada y este espacio que tengo para despejar mi mente, no me serviría para eso. Debía contarle a Thomas lo que sucedió unos días atrás. Y eso hice.

-Axel me preguntó si tenemos algún puesto para él aquí.

Thomas me miró con los ojos muy abiertos.

-¿Qué?

-Lo que escuchaste, el otro día vine a sacar unas cuentas y de un momento para el otro lo tenía enfrente mío queriendo hablar.

-¿No te hizo nada?

-Tranquilo, no se acercó a mi, pero le dije que no es a mi a quien debe pedirle el empleo, sino que es a tí, perdón.

Thomas cerró los ojos un momento.

-No lo puedo creer.

-Yo tampoco, pero dime ¿Lo aceptarías para trabajar aquí? - su respuesta me daba miedo.

-No, sería demasiado incómodo para ti y, además, aún no me olvido de las cartas que sospechas que él te envía.

No aguanté más y lo abracé.

-Gracias por pensar en mi - dije.

-Siempre lo hago - me respondió y luego, me dió un beso en el pelo. Me quedé un poco sorprendida, pero cuando iba a responder alguien entró. Era Lina.

-Hola - nos saludo, mientras Thomas me dejaba de abrazar, pero dejaba un brazo sobre mis hombros.

-Hola - respondimos al mismo tiempo.

-Paso por aquí para decirles que en unos días me iré del pueblo y por esa razón haré una fiesta de despedida, están invitados.

-Oh, gracias Lina - dije.

-Les agradecería que lo anunciaran en alguna presentación o pondrian algún cártel.

-De acuerdo - dice Thomas.

-Bien, gracias a los dos y los espero, luego les digo que día será, aún no lo tengo definido.

Se fue luego de saludarnos con la mano como si se estuviera yendo en ese momento a algún viaje por el Caribe.

Quedó un silencio incómodo, pero fue interrumpido cuando Thomas se alejó de mí y dijo:

-De acuerdo, me parece que tendremos una fiesta.

-Si - respondo y luego, continuo acomodando algunas cosas.

Al rato abrimos el local y nuestra jornada laboral continúa como todas. No ví a Axel, eso me dió un gran alivio.

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NOTA DE LA AUTORA:

¡Hola! Les dejo este capítulo, en el cuál no sucede nada interesante, pero en el siguiente pasarán un montón de cosas, será un poco largo.

¿Qué creen que pasará? Háganmelo saber.

Les agradecería que compartan la historia, así llega a más personas.

¡Hasta el próximo capítulo!

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