La Historia De Olive

Capítulo 13

Cómo cada año desde que Will murió, me levanté con una sensación de tristeza en el corazón, luego me cambié y peiné. Fuí a la cocina y me preparé su desayuno favorito, cereales con leche, mientras escuchaba sus canciones favoritas.

Comenzó Dream on de Aerosmith, una canción que vivía escuchando.

Sing with me
Sing for the year
Sing for the laughter
Sing for the tear.

Y comencé a cantar por Will, mi hermano, mi mejor amigo; el cual tuvo la muerte más injusta.

La canté muy emocionada, y decidí volver a escucharla.

Half my life's un books' written pages

¿Será así? ¿Will habrá escrito su vida alguna vez?

Eso me dió demasiada curiosidad.

Terminé de acomodar algunas cosas y salí de mi casa dirigiendome a la de mis padres, todavía no habían vuelto de esa escapada, pero por lo menos respondían mis mensajes y llamadas. Decidí que a la noche los llamaría, si tenía algún tiempo libre en el bar.

En el camino recibi una llamada de Thomas.

-Hola - digo al contestar.

-Hola Olive - me responde.

-¿Pasa algo?

-No no, tranquila.

-De acuerdo ¿Por qué me llamaste entonces?

-Queria avisarte que la fiesta de Lina es mañana por la noche, hace unos minutos me la crucé en la calle y me dijo eso, tenemos que ir juntos, sino sospechará.

-Bueno...¿Cuál es el plan?

-Mañana no abriremos el bar, esta noche lo diremos. Antes obviamente hablaré con mi tío, después de todo es su local y nosotros sus empleados.

-Bien - no creía que John le agrade mucho aquella idea, pero no dí una opinión al respecto.

-¿Dónde estás ahora? - preguntó cambiando de tema.

-Yendo a la casa de mis padres, están de viaje y debo mantener limpia la casa - debo admitir que mentí un poco.

-¿Quieres que te ayude?

-No no, está bien así, puedo sola - Necesitaba leer algo que Will haya escrito, pero sola.

-Estoy libre ahora, en serio no tengo problema en ir - me terminó convenciendo.

-De acuerdo, tu ganas, estoy pasando la plaza, te espero en el banco donde nos sentamos aquella tarde que nos encontramos en el cine y luego tomamos un helado - dije, pero también agregué porque los nervios podían conmigo - si en diez minutos no estás aquí, me voy.

-Bien, en cinco minutos estoy allí.

Tal como dijo, cinco minutos después llegó. Me levanté del banco y comencé a caminar hacía la casa de mis padre. Thomas iba a mi lado callado y mirando a su alrededor. Era un silencio agradable.

Al llegar a nuestro destino, me preguntó:

-¿Tú vivías aquí?

-Si.

-¿Tú eras aquella niña que cada vez que pasaba por aquí estaba sentada en el pasto leyendo?

-Eh, si, pero leía muy debes en cuando y debo admitir que hoy en día sigue siendo así - pensar en aquellos años me hizo sacar una sonrisa.

Recordaba aquellas tardes en las que le sacaba un libro a mi hermano sin permiso. No pude evitar preguntar:

-¿Tú cómo sabes dónde vivía?