Capítulo 18

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Era la tercera llamada perdida que dejaba mi madre, yo no contestaba porque estaba muy dormida, había tenido una larga noche. Sabía que si no le contestaba la siguiente, vendría ella misma aquí.

-Hola ma - dije al contestar.

-¿Se puede saber que haces que no contestas? - no sabría describir si estaba enojada o cansada.

-Estaba profundamente dormida - le respondí mientras soltaba un bostezo.

-Ajá... Te llamaba para avisarte que hace unas horas llegamos a casa, la costa estaba preciosa, nos hicieron unos días ideales para la playa.

-Bueno, bueno ¿Qué te parece si me levanto y voy a almorzar?

-Ya almorzamos hace unas tres horas aproximadamente, en este momento son las cuatro de la tarde.

Me senté rápidamente en la cama, en otras palabras, me terminé de despertar del todo.

-¡¿Cómo que son las cuatro de la tarde?!

-¿Tuvieron mucho trabajo anoche?

-Eeeh si, si - mentí.

-Tenía planeado invitarte a cenar, pero luego recordé que hoy también trabajas, ¿Te parece venir ahora a merendar?

-Si, si en media hora estoy allí - respondí y corté.

Me dirigí al baño y me pegué una ducha rápida.

Anoche, luego de hablar con Axel, no tardé en irme a dormir, eran las cinco. Aún debía hablar con Thomas.

Cómo hacía calor me puse un vestido y me até el pelo. Busqué el libro de Will y salí de mi casa.

Unos minutos después estaba sentada en el patio de la casa de mis padres, con ellos dos contándome sin parar del viaje.

Habían ido a una ciudad pequeña pero muy turística en época de vacaciones, como estábamos en mitad de año, todo allí era más tranquilo. Había pocos turistas a las vueltas.

-Algún día te llevaremos - dijo papá.

-De acuerdo - respondí.

-¿Pasa algo hija? - preguntó mamá - Desde que llegaste solo dijiste dos palabras.

-¿Qué pasó con el libro que Will iba a publicar el día que tuvo el accidente? - pregunté.

Tenía muchas cosas en la cabeza, pero desde que puse un pie en aquella casa recordé que dos días atrás estuvimos allí con Thomas, limpiando, hablando, bailando, cantando... Y también, fue el día en el que recordé que Will era su amigo de la infancia.

Mis padres estaban un poco perdidos, los entiendo, no es muy normal que un día venga tu hija, no hable mucho y cuando lo hace, te pregunta dónde quedó un libro que iba a publicar tu otro hijo un día que sufrió un accidente que le costó la vida.

-¿A qué viene esa pregunta Oli? - preguntó mi padre algo serio.

-Hace unos días vine aquí, en busca de algo que haya escrito Will, tenía curiosidad y encontré algo interesante. Pero primero quiero saber que pasó con aquel libro siete años atrás.

-¿Leíste el libro titulado "La historia de Olive"?

-Sí, ¿Qué hay con eso?

-Aquel era el que quería mostrarle al mundo, recuerdo que, mientras estaba escribiendolo, venía aquí todas las tardes y me preguntaba por momentos de la infancia. Algunas veces nos dejaba leer un poco. Era hermosa su forma de expresar cuánto te quería - comenzó mi padre.

-El día del accidente, cuando fuí al hospital a verlo, me entregaron las cosas que había en el auto y, unas... horas... después... falleció - continuó mi madre con la voz algo cortada.

-Una de las cosas que nos dieron fue aquel libro. Nosotros simplemente lo guardamos en su escritorio, nunca fuimos capaces de leerlo.

Quedamos un momento en silencio, en el cual a mi se me ocurrió algo.

-Tenemos que terminar de cumplir su sueño.

-¿Qué? - preguntó mi madre, estaba muy confundida.

-Will lo hubiera querido - le agarré una mano a cada uno - si ustedes no están preparados para esto, lo haré yo sola.

-Oli, claro que estamos preparados - dijo mi padre.

-Empezaré por investigar dónde hay editoriales en la zona.

-Nosotros también - agregó mi madre.

-Bien.

Cambiamos de tema. Les conté la verdad sobre la noche anterior y ellos simplemente se alegraron porque nunca salía con amigos. Mi padre me confesó que era igual que yo en su juventud, siempre preferían quedarse en su casa para ver una película en vez de salir.

Una hora más tarde estaba nuevamente en mi casa sentada en la sombra del árbol leyendo un libro que había buscado hacia tiempo en la biblioteca, tenía mucho misterio, pero también una pisca de romance.

Gracias a un capítulo del mismo, dónde la protagonista leía una carta, me acordé que aún no había visto el contenido de la nota que había en el ramo que Axel encontró la noche anterior.

Entré a mi casa, la busqué, aunque tarde un poco y volví al patio. Esta vez, a comparación de las anteriores, tenía más texto.

Olive:

El juego llega a su fin, pero no diré quién soy.

"Remera amarilla" es solo una pequeña pista que te di para que adivinaras, pero no lo hiciste.

Tuviste demasiadas ocasiones para darte cuenta.

El día que no conocimos, tu llevabas puesta una remera de color anaranjado y yo una verde, cómo el color de mis ojos.

Eso es todo lo que te diré, tengo mucha memoria como podrás comprobar. Nos vemos mañana.

                                               Remera amarilla.                   

Si aún no supiera que "remera amarilla" es Lina, estaría algo confundida. Pero de todas formas no entendía que tenía que ver una remera con todo esto. Debía hablar con ella antes de que se fuera mañana.

Dejé aquél tema para otro momento.

Aquella noche no sabía que pasaría en el bar. Que pasaría con Thomas. Que pasaría con todo.

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NOTA DE LA AUTORA:

¡Hola! Este capítulo es algo sencillo, pero debo admitir que el siguiente va a estar interesante.

¿Qué opinión tienen acerca de la historia? ¿Les está gustando?

¡Hasta el próximo capítulo!

La Historia De OliveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora