Amar con un poco de sentido

Capítulo 30

-¡TRAIDOR!- Grito de manera dramática mientras señalaba a Oliver cómo si ella fuera la reina de corazones y mandara a ejecutar a Oliver con su típica frase "¡Qué le corten la cabeza!.

-Oye Mel...- agregué mientras trataba de calmar a mi mejor amiga que en esos instantes aparentaba ser una loca.

-¡NADA DE MEL! ¡ÉSTE IDIOTA NUNCA NOS DIJO QUE EL TENÍA UNA NOVIA MIENTRAS QUE ESTÁBAMOS EN LA SECUNDARIA!

-Hey, cariño tienes que calmar esos motores- agregaba Wayne tratando de también calmar a Melissa, si no fue hasta que la gran bocota de Melissa hablo.

-¡SI EL HUBIERA DICHO ALGO, TÚ NO TE HUBIERAS ENAMORADO PROFUNDAMENTE DE EL GINGER!

-¡MELISSA!- Grité con todas las fuerzas que tenía.

La habitación se volvió de nuevo en completo silencio. Wayne quedó estupefacto por la acción de Melissa, Maggie sólo miró sorprendida a Oliver y el claro, se me quedó viendo más que sorprendido, aquella mirada sólo trataba de encontrar sentido en las palabras de Melissa. Los ojos de Melissa buscaban los míos, todos apenados por lo que acababa de pasar.

-Ginger yo....

-No digas nada Mel...

-¡Lo siento tanto! Se me salió de las manos te lo prometo...!

-¿Estás enamorada de mí..?- fue lo último que llegó a captar mi cerebro en ese instante. Oliver ya sabía que yo estaba enamorada de él.

-Ginger....- dijo Wayne poniendo su mano en mi hombro.

-Los veo luego.

Terminé con esa frase saliendo del hospital y sin decir más no me detuve aunque escuchaba los gritos de Wayne y Melissa a lo lejos.

-¡Ginger espera!

-¡Cariño!

Salí del hospital con miles de lágrimas queriendo salir de mis ojos, no sabía que hacer o al menos alguna idea de a dónde ir, la única opción era salir corriendo y alejarme de ahí lo más rápido posible. Cuanto más alejada estuve del hospital me detuve a respirar, los sentimientos que había generado me inundaban con millones de preguntas, ¿Porque Melissa lo tenía que soltar? ¿Qué pensara de mí Oliver en este instante? ¿Qué diablos haré ahora?. El aire del pequeño parque en el que me encontraba emanaba tranquilidad pero por supuesto que esa tranquilidad empeoró las cosas, en cuanto pude solte un suspiro el cual se llevó consigo todas las lágrimas que tenía guardadas, mi orgullo se fue al suelo junto con mi esperanza de estar tranquila por una maldita vez en mi vida. Me deje caer en el suelo, mis ojos me ardían por todas las lágrimas que salían de mi desesperación y realmente sólo quería desaparecer, hasta que su voz fue la que me hizo despertar de mis pensamientos absurdos.

-¿Pequeño Gremlin?

Aparte mis manos que cubrían mi rostro todo rojo y logre verlo a él, él italiano que hace días no veía sin alguna razón.

-P-Poste de luz- respondí mientras lo veía con su típica cara de "que piñas pasó contigo"- ya llegaste.

-Si bueno no realmente pero ¿tú porqué estás en medio de un parque a la mitad de la nada llorando?

-Es...una larga historia que no querrás escuchar

-¿Qué no querría escuchar? Vale Ginger esto es grabe porque te paso a ti.

-De todas maneras no te preocupes....

-Sueltas la verdura de una u otra manera pero es de que la sueltas. Así que ven y siéntate conmigo.

Me senté dónde había señalado Christopher. El sentido de haber encontrado a él en este preciso momento y lugar es un tanto milagroso, a que si, ¿ustedes que habrían hecho si se hubieran encontrado con alguien que no vez desde hace unos días y ni siquiera te contesta los mensajes ni las llamadas? Yo todavía ni se que hago, solo son las únicas neuronas de movimiento que tengo.