Capitulo #06

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Corazón, Estoy Frustrada.

No podía creerlo, Robert se estaba comportando de forma incomoda. Tiene razón no cualquier tonto acepta a cualquiera en su casa.

Pero me frustra que no confíe en mi, en mi criterio solo por una vez.

El siempre quería ser el de la decisión final. Algo que es mi culpa en cierto modo.

—Bien, hagan lo que quieran–lo veo alejarse del comedor para salir al patio.

Veo a Haniel suspirar y volver a tomar asiento. Al notar mi mirada sonríe.

—Ve, debes hablar con él se te ven las ganas–aprieto los labios en respuesta y camino a la salida.

Recostado sobre su auto lo veo fumar, me permito admirarlo un rato. Un cabello castaño corto y  piel aceitunada. Las luces artificiales de la cabaña hacían que la chamarra que traía brillará tornasol. Mi novio es guapo pero no me fije tanto en su físico si no en su sencillez. Es alguien normal y responsable. Con eso soy feliz.

Más no entiendo porque durante estos días he estado dudando de nuestra relación.

—Robert–se gira hacia mí exhalando una bocada de humo. Sus ojos avellana me sonríen al achinarse pero su rostro me da una mueca de molestia.

—¿Qué pasa?–termino de acercarme a él y me recargo también en su auto para ver las estrellas. Suelto un suspiro y tomó su mano.

En silencio me deja juguetear con su mano. El ruido de los insectos, de la noche, ni siquiera eso lograba calmar mi corazón hinchado, no después de todo lo que viví en un día.

El rostro de aquella chica seguía impregnado en mi mente y lo sabía, lo se. Nunca se irá se quedará conmigo por siempre.

—Te entiendo–dije mientras baje su mano para ver su perfil—entiendo que te incomode, pero Robert el és quien me salvo. No sabes lo que tuve que sufrir para llegar de nuevo aquí, si no fuese por el tal vez ni siquiera estaría contigo, si no esperando a que depositen el dinero que pedirían para luego matarme–suspira y gira su rostro.

—Ámbar no te estoy pidiendo que me entiendas, solo se más racional ¡Es un extraño por Dios! Me pica la incomodidad de tenerlo durmiendo bajo el mismo techo–pone su mano en mi mejilla haciendo que cierre los ojos por reflejo—No quiero pelear contigo por algo así linda. No es lo que te paso, si no, lo que siento.

Asiento hasta que analizó su última frase, frunzo el ceño y quito su mano de mi rostro.

—¿Lo que sientes? ¡¿Te estás escuchando?!–me ve extrañado, mas yo era la más confundida ¿Cómo puede ser tan egoísta?

—Robert quién estuvo a punto de morir hoy ¿quién fue? ¿Tu?–Me reí de mí misma—¡Vi como asesinaban a alguien! De lugar  pensar en alguien que parece un mendigo sin hogar ¡Piensa en mi, tratame a mi, Consuelame a mi...!

Lo veo tirar el cigarrillo y pisarlo para luego enfrentarme—¿Cómo te puedo confiar a un desconocido Ambar?

Exasperada no puedo evitar que mis ojos se humedezcan ¿tan desesperada me veré?

—Yo solo quiero que me abraces y me digas que me cuidaras, que nadie vendrá a matarme y que me amas ¿es mucho pedir?–Siento que se me quebra la voz al final ¿acaso yo soy la egoísta?

Suspira y me envuelve en sus brazos, entierro mi rostro en su pecho mientras lo rodeo con mis brazos.

—Se que te sientes mal pero no de valores mis sentimientos ¿okey?–separó mi rostro de su pecho viendo como me sonríe. Lo suelto y me limpio las lágrimas de un manotazo.

—Parece que mis sentimientos son nada junto a los tuyos.

—Ámbar...

—¡Ámbar Nada! Incluso cuando Beny murió estuve contigo hasta que te sentías mejor. Cuando tu madre te echo de casa y cuando tu padre cayó en banca rota. Pero tu no puedes consolar a tu novia quien fue secuestrada y vio morir a alguien ¡Solo porque trajo un desconocido a casa!

—¡Exacto es un desconocido!–harta me separó de él dándole la espalda para dirigirme a la cabaña—¡Ámbar debes comprender el peligro!

—¡Peligro es el que viví y no te importa un carajo!–entro de golpe a la sala y veo a todos ahí, no les presto atención y subo a zancadas las escaleras.

En el salón del segundo piso veo a Jane darle un libro a Haniel, ella me saluda pero al ver mi rostro su sonrisa se borra.

—¿Qué pasó?–niego y subo corriendo las escaleras al pasillo de mi habitación.

Entró de portazo y le pongo seguro.

Ni siquiera sentí cuando caí al suelo y mis lágrimas empezaron a empaparme.

¿Por qué no puede comprenderme? ¿Acaso es tan difícil? Solo quiero que este para mi. Haniel ni siquiera es una molestia, es serio, recatado y responsable ¡Ni siquiera da problemas! Pero sigue terco con el.

Ojala fuera terco conmigo, que me ayudara a sanar. Pero creo que le pido demasiado, no siempre estará para mí. Pero al ver cómo se comporta, tal vez ya he tenido suficiente.

Después de unos minutos me levanto para recostarme en mi cama y ver el techo.

No se si en realidad la exagerada soy yo ¿que nos haría Haniel? Si de verdad fuera alguien malo no pasaría del robo. Somos bastantes personas en esta casa, y ni siquiera  puedo imaginarlo siendo un ladrón. Es algo que no tiene sentido.

Exasperada suelto un suspiro limpiando mis lágrimas. Fue horrible nunca viví algo como esto, lo he estado soportando por mis amigos porque llegan a hostigar demasiado en estos casos, aun así no puedo evitar sentir que mi corazón va explotar. Es tan difícil, en un solo día no podré superar esto.

Ni siquiera puedo cerrar los ojos ya que el rostro de aquella chica viene a mi ¿debería buscar terapia? No, primero debería encerrar a esos malditos. Que paguen por lo que hicieron, solo así podré superar esto.

Alguien toca la puerta pero lo ignoro, tal vez sea Robert. Pero no pienso hablar más con el.

—Ámbar soy yo, abre por favor–suspiro y voy a abrirle. Mi pequeña amiga me sonríe con una charola de galletas y leche. Sus bonitos ojos rasgados me reflejan su preocupación, sin más la dejo pasar cerrando la puerta tras de ella.

—Hanna, no es necesario...

—Lo es, te vi pasar bastante triste, además pude escuchar un poco de su discusión. Es un idiota–Rio al escucharla maldecir, es raro cuando ella insulta a alguien—Y aunque el tuviera razón yo estaría de tu lado. Eres como mi hermana, nosotras contra el mundo. No me importaría menos ese bobo.

Me siento al lado de ella y recargo mi cabeza en su hombro, intento hablar pero mi labio inferior tiembla en un puchero.

—¿Soy Egoísta por exigir que me consuele?–me rodea con sus brazos.

—No lo eres, es su deber. Ya que comparten su tiempo es lo mínimo que puede hacer. Si aunque le digas lo que quieres no piensa hacerlo por ti. Tendrás que darle la espalda.

Suspiro y asiento aún contra ella.

—Te quiero mucho Hanna.

La escucho reír y me da un beso en la mejilla.

—Yo más, cuando te perdimos sentí que me volvía loca–me suelta y me tiende el vaso de leche—Come algo, no terminaste de cenar.

Agarro la galleta que me ofrece, sentía mis mejillas calientes por la vergüenza. Me siento infantil.

Ni siquiera me di cuenta si terminé de comer y cuando me deje llevar por el sueño.

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Gracias por leer, ¿Creen que Ámbar sea Egoísta? ¿Será Robert el equivocado? Por mi parte yo digo que..

No se crean jajaja los tkm.

Haneul하늘★

HANIEL:Etereo I [En Pausa] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora