¡Soy el Lord Tramposo más fuerte de todo el mundo!

Capítulo 43 ─ Cartas Volteadas

Lamento la demora de nuevo queridos lectores, pero ya ven la semana en la que nos encontramos.

Este nuevo capítulo les encantará ya que otra vez se centra en desarrollo.

Sin duda alguna sin soltar spoiler, Elicia es la mejor de mis heroínas.

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Después de mucho planear, finalmente llegó el día.

Estaba oscureciendo y hoy hay una misa en la iglesia principal del país.

Sig estaba hablando con Emma sobre lo que necesitaban.

Ella estaba usando una ropa similar a látex, pero hecha de slime.

La razón de esta ropa además de marcar las curvas de Emma era la de reducir en un casi 100% el ruido como también servir de camaleón para ocultarse.

Gracias al cuerpo flexible y atlético de Emma es que era la mejor candidata para este trabajo.

Tras darle instrucciones, Sig dijo.

─Suerte, si pasa lo peor, di mi nombre.

─No es necesario Su Alteza, mi familia me entró para esto. Si pasa lo peor sencillamente moriré... o eso era lo que la antigua yo pensaba.

Emma se tocó el pecho.

─Ahora que la princesa me considera una persona importante para ella, quiero pasar a su lado más tiempo. Por lo tanto, cumpliré esta misión con éxito.

─Gracias.

Tras decir eso, Sig se fue corriendo al bosque, Emma espero al momento en que un caballero del templo saliera y recogiera unos barriles repletos de agua para purificarlos.

Emma se metió en uno el cual estaba sellado de un lado, dejando un espacio para que ella se introduzca y salga sin problemas.

El caballero entró el barril donde estaba Emma.

─Bien, la operación ha comenzado. Al, ahora nosotros...

─ ¿Al?

Sig miró a su amigo quien estaba desconcentrado.

Una mirada de enojo se reflejaba en su mirada.

Al recordó lo que pasó en la tarde

◇◇◇

Justo después de que Al fue a visitar a su padre el cual era un funcionario del palacio.

En uno de los pasillos se encontró a Ulrich.

Sus ojos se encontraron, Al mostró su saludo y respeto a uno de los ministros.

Antes de continuar su camino, Ulrich lo detuvo con un insulto.

─Debe ser bueno ser un perro de la familia real, ¿no?

Al detenerse, Al le respondió.

─No sé de qué estás hablando, pero, si insinúas que mi familia es un perro de la familia real estás mal. Todos en este país somos devotos a la familia real.

Ulrich sin voltear a verle le respondió en el mismo tono, pero con una gran sonrisa.

─Lo sé, pero hay diferencia entre ser devoto y ser un perro faldero, ustedes los Bacon no son precisamente íntimos con la familia real, ¿verdad?

─No me sorprendería que el prometido de la princesa hayas sido tú y no ese duque.

─Ya que... ¿no les seria a ustedes más beneficioso tener una fuerte relación con la familia real?