¡Soy el Lord Tramposo más fuerte de todo el mundo!

Capítulo 50 ─ La Familia real en problemas

Queridos lectores, entramos al clímax del volumen.

Llegó la hora de revelaciones para la batalla final del volumen.

¡Usen esta canción para cuando llegue el momento que más crean adecuado usarla!

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─La primera vez que morí, estaba en un lugar oscuro.

─No había nadie, solo oscuridad.

─Grité por ayuda, imploré socorro.

─Nadie vino a auxiliarme.

─Pero en ese momento... una luz cálida vino directo a mí.

─Era una luz oscura de la cual una mujer en vestido negro y apariencia similar a un esqueleto me saludó.

─Ella dijo "Tú tiempo no ha llegado, pero tampoco eres alguien normal. No permitiré que mueras hasta haber logrado tu objetivo. Sigue viviendo y experimentando una vida de gozo para lograr tu deseo, deseo verte un día y que lo hayas logrado".

─Eso fue lo que dijo.

Klyde le estaba contando cosas extrañas al funcionario que estaba anotando todo lo que dijera él.

No podía creerlo.

Este tipo... ¡está completamente loco!

No podía creer lo que escuchaba.

El funcionario dijo.

─Oye, hay que informarle que este tipo está loco. No sé si podemos condenar a alguien en un estado mental tan desquiciado.

Pese a decir eso el funcionario, Klyde no se detuvo.

─Sabía que gracias a la caída del principado, debía apurarme en mi plan. Tomar el palacio, verán, yo soy un hombre que desea poseerlo todo.

─Por esa razón planeé todo esto. Quería que me atraparan.

─Tras atraparme, la familia real no huiría sí supieran que el terrorista que atentaría contra su vida está libre, ¿verdad?

─También aproveché que Hogan no está aquí.

─Salió todo como quería. En verdad... todo está demasiado perfecto que me abruma.

De repente, en al frente de Klyde se manifestó un estigma.

Una cruz negra apareció repentinamente en su frente.

─Tanto yo como mis hijos primerizos, comimos la pastilla roja.

─El efecto empieza una vez que haya pasado una hora.

─Ellos también estuvieron como yo, pero solo una vez, por eso solo necesitaron la pastilla una vez a diferencia mía que fueron seis.

─Oh, una cosa más dijo esa mujer.

─Dijo que me apoyaba porque le recordé mucho a un hombre que conoció en el pasado.

En ese momento, el funcionario que trató de revisar si Klyde no tenía alguna enfermedad, vio algo aterrador.

─Antes de irme la sexta vez que nos encontramos, ella clavó en mi cabeza una extraña espada.

*Risita*