Seokjin se ve atraido por un hermoso y enigmatico chico, que a los ojos de todo el mundo es peligroso y nocivo para él. Pero para él no hay vuelta atras porque cada día esta más fascinado por su belleza y autenticidad.
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— ¡Vaya! — exclamo sorprendido Taehyung al percatarse de su amigo Jimin — no pensé que avanzaran tan rápido. — Seokjin levanto su mirada del dulce rostro por el que estaba obnubilado para mirar hacia donde Taehyung miraba. Su rostro se lleno de sorpresa al ver a Namjoon besando a Jimin.
— ¿así que a tu amigo le interesa Namjoon?
— Siempre lo ha hecho.
Seokjin le miro confundido.
— ¿siempre?
— Oh si, — le miro algo incomodo jugando un poco nervioso con su cabello entendiendo hacia donde iban sus pensamientos. — Creo que es hora de irnos ¿no crees? — le sonrió.
— ¿te gustaría ir a comer?
— Tal vez algo ligero. Es algo tarde. Pero me gustaría mucho acompañarte, por tu cara puedo ver que tienes hambre.
— Oh no, — negó sonrojándose — no tienes que ir...
— Quiero ir Seokjin. quiero estar donde estás. Eso es lo importante para mí. — dijo y le sonrió.
Seokjin sonrió enamorado y le acerco para besarlo.
— Vamos a decirle a Namjoon y a tu amigo.
— Uhmmm...no lo sé. ¿Por qué más bien no les damos la oportunidad de que se conozcan?
— Esta bien, tienes razón. Vamos a despedirnos.
Taehyung acepto reticente temiendo que se dañaran sus planes de estar solos. Y de paso dañarle los planes de avance a Jimin. Pero lejos de provocar eso, ambos se sorprendieron cuando tanto Namjoon como Jimin se mostraron alegres y agradecidos al dejarlos solos y muy juntos.
— Te lo dije — le dijo Taehyung a un Seokjin algo estupefacto con la actitud desprendida y despreocupada de Namjoon, quien solía ser muy meticuloso y precavido en las cosas que hacía. Y mucho más después de lo que le había contado que había pasado con Taehyung mismo. Y el hecho de que tumbara sus barreras con su amigo lo tenían en estado de shock. — no te preocupes. A Jimin realmente le interesa Namjoon. Por esa razón, estuvo enojado conmigo por más de tres semanas — suspiro recordando el molesto episodio.
Seokjin le miro inquisitivo por un momento y luego asintió. No quería arruinar un buen momento con preguntas incomodas. Lo guio hacia su auto. Taehyung no podía evitar sentirse en un cuento de hadas al estar con alguien como Seokjin, tan guapo, caballeroso, bien portado y con un carro tan lujoso como el que tenía.
Seokjin le condujo hacia un restaurante exclusivo de su total confianza, donde podría ubicarse en un lugar privado y confortable. La luz tenue del lugar, los grandes ventanales de vidrio con vista a la ciudad, las cubiertas de madera de gran parte de su estructura incluida la mesa, le daba un aire elegante y al tiempo hogareño.
