Seokjin se ve atraido por un hermoso y enigmatico chico, que a los ojos de todo el mundo es peligroso y nocivo para él. Pero para él no hay vuelta atras porque cada día esta más fascinado por su belleza y autenticidad.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Seokjin continuo con el beso, a pesar que no tenia en mente que tuvieran ese tipo de contacto físico tan pronto. Tomo suave y tiernamente el rostro de Taehyung entre sus manos, teniendo en mente besarlo con parsimonia. Sin embargo, Taehyung totalmente emocionado ante el avance acelero el ritmo del beso y se apego más a Seokjin, quien gimió ante la voracidad del menor. Abrumado, Seokjin se separo y Taehyung lo lamento.
— No tan rápido — le susurro Seokjin acariciando una de sus mejillas con su pulgar y volvió a besarlo suavemente. — déjame besarte así — dijo pegado a sus labios — saboreando tus labios como se debe — dijo y continuo con el beso.
Taehyung dejo que Seokjin guiara el beso y se embriago del sabor y calidez del mayor. Su cuerpo temblaba y su flujo sanguíneo golpeaba fuerte en su sien. Todo lo que podía sentir era su cuerpo flotando y los gruesos labios de Seokjin apoderarse de los suyos con una paciencia infinita, como si de sus labios brotara miel.
Finalmente, Seokjin se detuvo y le miro a los ojos. Le sonrió y acaricio su rostro.
— Vamos a comer. Debes tener hambre.
— No realmente — dijo intentando retomar el beso. Seokjin sonrió y se puso de pie.
— Eso dices, pero hace rato debimos haber almorzado. Así que vamos. Conozco un lugar que sé te gustara.
— No creo que nada me guste más que tu besándome.
— Vamos — entrelazo sus manos e insistió. Taehyung suspiro y se puso de pie para seguirle. No quería ahuyentar nuevamente a Seokjin.
Luego de pasar un rato agradable mientras comían, regresaron en bicicleta hacia el auto. Ya estaba oscureciendo y Taehyung sentía ansiedad de que la cita terminara tan rápido, a pesar de que habian estado gran parte de la mañana y toda la tarde juntos.
— ¿Por qué esa carita?
— Ha anochecido muy rápido — puchereo.
— Aun son las seis de la tarde — sonrió mientras miraba el cielo no del todo oscuro.
— Es lo que digo.
Seokjin sonrió y encendió el motor.
— A mí también se me ha pasado el tiempo volando. Y nuestra cita aun no ha terminado.
Taehyung le miro curioso.
— Aun quiero mostrarte algo. Y como dices, esta anocheciendo. Es perfecto para lo que te quiero mostrar, pero no podemos llegar en bicicleta.