Seokjin se ve atraido por un hermoso y enigmatico chico, que a los ojos de todo el mundo es peligroso y nocivo para él. Pero para él no hay vuelta atras porque cada día esta más fascinado por su belleza y autenticidad.
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— Te dije que te iba a gustar — dijo un feliz Seokjin que sostenía a Taehyung en su regazo, mientras este se aferraba como un koala a su cuerpo con brazos y piernas.
— Es simplemente perfecto — susurro en sus labios con una gran sonrisa estando a punto de besarlo.
Alguien carraspeo y ambos siguieron el sonido que les saco de su nube de amor.
— Oh — exclamo algo incomodo Taehyung al ver a Namjoon de pie con algunas cajas e intento bajarse del cuerpo de su novio, pero Seokjin le sujeto para evitarlo.
— Hola Taehyung — le saludo y luego se dirigió a su amigo — ¿Dónde quieres que ponga esto por ti?
— Ponlo en ese rincón — señalo sin soltar a Taehyung.
— Seokjin! — le reclamo en un susurro solo para el para que le dejara bajar. Sin embargo, Seokjin no le soltó.
Namjoon volvió a salir rumbo hacia su auto para descargar lo que Seokjin le habia encargado traer luego de que confirmara que Taehyung amaba el lugar que habia elegido para ambos.
— Amor bájame.
— ¿Por qué? — apretó su hermoso culo.
— Jinnie! — sonrió. — no creo que sea muy adecuado estas demostraciones de afecto frente a tu amigo.
— No veo porque.
— Es incomodo.
— ¿te incomoda?
— ¿no te da pena por él?
— No es eso. Pero no tenemos que cohibirnos por algo que creo el ya se encuentra superando.
— ¿estas seguro?
— ¿Qué te preocupa? — le miro ceñudo.
— Creo que ya fui lo suficientemente cruel en el pasado.
— Te entiendo, pero creo que tampoco veo necesario que debamos restringir nuestro comportamiento solo porque él esta. — dijo dejándolo bajar finalmente.
— Tienes razón, es solo que...
— ¿estas también las dejo en el mismo lugar?
— Si, gracias. Ven — dijo tomando la mano de Taehyung para ir hasta el carro de su amigo para ir por cajas para subirlas.
Namjoon los observaba con curiosidad mientras tonteaban y percibía a un tímido Taehyung. Era algo que no hubiera imaginado.
— Me alegra haberlos podido ayudar — dijo luego de un extenuante día de trasteo.
