II

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AU (universo alterno) - no son jugadores de fútbol; son estudiantes. enzo 18, juli 19. enzo vive solo.

Estos dos, así como los ven, habían empezado a ser unidos hace un par de meses.
Conversan sobre casi todo y sobre lo que no, también. No tienen vergüenza entre ellos; saben que no van a ser juzgados, sino entendidos.

Últimamente, estaban dándose bastantes consejos sobre sus relaciones; Enzo estaba con Valentina, y Julián con Emilia. Cada tanto surgían los problemas típicos de pareja, y ninguno de los dos dudaba en recurrir al otro para consejos.

Estaban los dos sentados en silletas, en el patio de la casa de Enzo, en una calurosa tarde de verano. El viento estaba medio pesado, pero el tiempo tampoco era algo inaguantable.

Mientras Enzo le hablaba a Julián, él le cebaba un tereré.

"Últimamente ya no sé que hacer, viste," le da un sorbo al tereré. "Valen me deja de hablar por días porque se pone celosa de vos, no sé qué onda."

Todos los otros problemas habían sido típicos, pero este era un poco más particular. ¿Celosa de un amigo de tu novio? ¿Por qué?

Julián, sorprendido, frunció el ceño y lo miró a Enzo con los ojos bien abiertos. "¿Me estás cargando? ¿En serio me decís que se pone celosa de mí?"

Rió, incrédulo.

Enzo le acompañó la risa, ésta un poco más estresada. Soltó un suspiro. "Sí, boludo, me dice que la reemplacé por vos y no sé qué," termina de tomar el tereré y se lo da de vuelta a Julián. "Yo no sé ni qué decirle."

"Y que no, boludo, que nada que ver, que somos amigos nomás."

Enzo suspiró. "Es que más o menos eso le dije, pero no me dio bola."

Julián se sorprendió, y pensó. "Lo peor es que a ninguno de los dos nos gustan los hombres, de última," le dijo a Enzo. "Se lo sacó del forro del culo."

Mientras le decía eso, Enzo miraba su cara, intercalando la mirada entre sus ojos y sus labios. "¿El qué?" le preguntó, distraído.

"Que no nos gustan los hombres a nosotros."

"Ah, sí, mal," Enzo se encogió de hombros. "Dejale."

"Y sí, qué se le va a hacer," Julián tomó un tereré y le sirvió otro a Enzo. "¿Dormimos la siesta?"

Enzo lo miró de arriba a abajo, juzgándolo con la mirada.

"Qué siesta ni que siesta, Juli, ahora jugamos un buen partido."

Julián tiró la cabeza para atrás, soltando un suspiro exhasperado, pero no tuvo más alternativa que acceder.

Dejaron el tereré en el pasto por un rato y buscaron la pelota de básquet. Jugaron un rato a los pases, tranqui, y después empezaron a la ofensiva. Tenían que sacarse la pelota.

Julián la estaba llevando, y Enzo corrió para pegársele y marcarlo. Su abdomen quedó pegado a la espalda de Julián, y las manos de los dos estaban prácticamente juntas. A Julián se le salió un jadeo.

"¿Qué pasa, Juli? ¿No te podés librar de mí?" lo provocó Enzo.

"Qué puta no voy a poder," replicó el otro. Salió corriendo con la pelota ágilmente, tan rápido como una gacela.

Estuvo a punto de embocarla, si no hubiera sido por Enzo, que lo persiguió rápido y evitó que haga un punto.

Pasaron una hora y pico jugando; mitad boludeando y mitad en serio. Las risas y los roces nunca faltaron, eso había que darlo por hecho. A lo último, ya estaban los dos empapados en transpiración, con las bocas abiertas en busca de aire. La pelota rebotó hacia el costado, y ahí decidieron silenciosamente que iban a dejar de jugar.

one shots ★ enzo fernández x julián álvarezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora