one shots ★ enzo fernández x julián álvarez

IV

Recién llegados a Qatar, hotel establecido, compañeros de habitación elegidos. Enzo y Julián habían quedado juntos; por suerte, ya que no tenían ese tipo de afinidad que tenían entre ellos con nadie más. Habiendo sido compañeros de River, aunque no haya sido por mucho tiempo, llegaron a conocerse bien y volverse amigos. Al fin y al cabo, siempre era lindo tener a alguien cercano a tu edad, más todavía cuando ese alguien era Enzo.

Enzo. Morocho, alto, una carita linda parece muñeco, brazos llenos de tatuajes, personalidad extrovertida; siempre sabe qué decir, cómo hacerlo, y con quién. Julián admiraba esa extroversión natural, esa sociabilidad; no es que él no era querido por la gente, al contrario, pero no contaba con esa manera de interacción tan fluida y natural con los demás.

Enzo siempre le había caído especialmente bien. Le gustaba hablar de cualquier cosa con él; tenían tantos temas que el fútbol quedaba en segundo plano, siendo mencionado, con suerte, una o dos veces en sus conversaciones. Miraban películas y series juntos cuando les era posible, tomaban mates (y Enzo toleraba que Julián tome mate dulce, lo cual dice mucho de una persona).

Con él podía soltarse más de lo que se soltaba con otras personas. HablabanHablaba mucho, se jodían entre ellos, jugaban a la Play, y mil cosas más. Estaba ya acostumbrado a que anden pegados, por más que también tuviesen relaciones cercanas con otros chicos de la selección.

Sin embargo, en los últimos días, Enzo se había vuelto más amigo de Alexis. Después del partido contra Arabia Saudita, donde habían perdido, Enzo buscaba un poco de consuelo y no quería bajarle los ánimos a Julián, así que recurrió a Mac Allister. El pelirrojo era un chico tranquilo, que sabía qué decirle para hacerlo sentir mejor, y le daba una mano cuando lo necesitaba.

Enzo y Alexis compartían un poco de risas por temas aleatorios, y algunas noches, cuando se notaba que Julián no se sentía muy bien emocionalmente, dormían juntos en la pieza del pelirrojo para que Enzo no llegase a molestarlo.

¿Querían saber cómo le hacía sentir esto a Julián? Bueno, lo hacía sentir peor de lo que ya estaba. De por sí, era un chico reservado que no decía mucho en las conversaciones si no le preguntaban cosas, ¿cómo le iba a contar a Enzo el porqué de su estado de ánimo, así porque sí?
En sí, no es que no le contase nunca nada al pelinegro, sino que al estar él constantemente con Mac Allister, le daba vergüenza apartarlos para hablarle de sus problemas a su amigo. Si Enzo quería pasar tiempo con el otro, que lo haga. Qué le importaba.

Prefería dejarlos nomás, que pasen tiempo juntos, que se sienten cerca el uno del otro, que se rían juntos, que vayan y duerman juntos. No es como que Enzo antes hacía todo eso con Julián y ahora sentía que lo había reemplazado, no, no, nada que ver. O bueno, capaz sí. Qué le importaba.

El colmo es que, en las noches que peor se sentía, era como si Enzo tuviera la maldad inexplicable de darse cuenta de eso y dejarlo solo a propósito para irse a dormir con Alexis. Julián ya ni siquiera tenía las palabras para explicar la manera en la que eso lo hacía sentir, lo mal que se ponía y lo difícil que era dormir. Al fin y al cabo, era su amigo, ¿por qué lo dejaba solo?

La mañana siguiente a una situación de esas, Julián se despertó y después de pasar al baño, fue al comedor que usaban todos. Además de que estaba recién despierto, su cara tampoco mostraba mucho entusiasmo por el día que digamos, y un par de compañeros se dieron cuenta.

"Eeeh, Juli, ¿qué pasa? ¿Y esa cara larga?" le preguntó el Papu, carita preocupada, pero tratando de mantener un aire cómico.

"Nada," le respondió Julián por lo bajo, y no dijo ni una palabra más.

Decidieron no preguntarle nada más, por consideración, y cuando Juli fue a prepararse su desayuno, recibió una palmadita en la espalda de parte del Dibu. El más alto lo miró, dándole una sonrisa reconfortante, y después le abrazó por los hombros.