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EL MÁS BUSCADO,⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ capítulo diez — antes del infierno, besos
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Cuando Rosemary abrió los ojos visualizó un techo y color de pared ajenos a los de su hogar. Repleta de confusión llevó el dorso de su mano a la comisura de su boca notando que estaba húmeda. Aquel gesto la hizo recobrar la cordura, por lo que se acomodó en el asiento en el que se ubicaba para secarse apenada la saliva que corrió de su boca. Tampoco estaba en el tráiler de Max Mayfield, de hecho el espacio era estrecho y podía ver el paisaje pasar a toda velocidad para perderse.
«Un momento ¿Qué?»
—Eh, tranquila, estamos bien —calmó Eddie, el cual estaba sentado a su izquierda, al percatarse del rostro perturbado de la chica.
—¿Qué pasó? —se estiró para eliminar el adormecimiento que le quedaba. Por supuesto tardó un rato en hacer efecto.
—Estamos en la misión de matar a Vecna y robamos una casa rodante —resumió Erica Sinclair.
Por otro lado, Nancy estando de copiloto al escuchar las voces preguntó si la chica había despertado y fue confirmado por Lucas.
—Eso es correcto y sí que pesas, Rose —señaló Dustin en queja.
—Y el sueño pesado —continuó la menor Sinclair.
—¿Por qué hay unos niños recriminándome? Me alimento bien —se defendió quejumbrosa Mary.
—Gracioso, Henderson —lo señaló con el dedo el metalero a modo de regaño. Posteriormente se acomodó en el asiento para dirigirle su atención a Baine—. ¿Y bien? ¿Actualizaciones?
—Por favor —asintió la rubia copiando la acción del chico, un poco nerviosa por las palabras que se habían dedicado antes en El Otro Lado y supo que él estaba igual al verlo juguetear con sus anillos y desviar la mirada.
Los demás le otorgaron la responsabilidad al chico, volviendo a lo que hacían antes o descansar. En especial para no tener que pensar de nuevo en las horribles primicias. Eddie comenzó a explicarle lo que fueron descubriendo sobre la marcha. Vecna había tomado a Nancy para darle una advertencia de lo que en un futuro les depararía, el jodido apocalipsis en Hawkins, su Hawkins y para conseguirlo necesitaba en total cuatro muertes, lo que quería decir que sólo faltaba una —es decir, la pelirroja que tiene en la mira, Max Mayfield—. Aquello hizo preocupar a la pelirroja, sintiéndose completamente implicada ahora que el problema podía llegar hasta su familia. Su papá, mamá y hermanos molestos. Dios, había estado tan concentrada en sobrevivir que no pensó ni en un momento en ellos y sabiendo las mierdas que le contó el chico que le gustaba no iba a permitir que nada les pasara.
