—Universo W-3 - México.
El tercer universo. La tercer rama. Predominado por aquellos que luchaban no por poder, sino por gloria y códigos, ahora yacía moribundo. Un rincón olvidado por el mundo del espectáculo gimnasta qué regia este mundo ahora era el último bastión de la vida, siendo su mayor héroe, y a su vez el mayor villano que él mundo de la lucha libre una vez vio, los últimos en pie contra los enjambres de la muerte. Cada luchador, desde el más pulcro e incorruptible de los técnicos, hasta el más vil y tramposo de los rudos, había caído presa del estrujar de sus corazones ante las fuerzas de Nekron, dejando que un universo más conociera el horror del silencio que se había abierto paso de entre sus propios habitantes. Los desiertos alrededor del gran estadio rojo de “WII”, se llenaban cual inundación ante la cantidad insana de Black Lanterns que ahora se abalanzan los unos sobre los otros en búsqueda de hacerse presa de los últimos dos corazones de este universo; los Black Lanterns, pese a su aspecto, no eran parecidos en actitud a los míticos muertos vivientes que predan la carne de los vivos, pero ante los ojos del hijo del caído Abezzazel, y del último de los extremos, no distaban mucho se aquellas criaturas de cultura popular.
Irónico era el destino, pues Hellboy, aquel gordinflón demonio estaba destinado a ser quien un día acabará con su mundo, trayendo a todos los males al mundo junto nombre de su padre, el horror nativo de su universo, y aun así, no podía cumplir ni su promesa personal de salvar al mundo de una amenaza que, lejos de no comprender, había arrasado con su mundo en menos de dos días, no había bala, golpe o arma que Hellboy usará contra los Black Lanterns; “¿Contactar con alguno de los antiguos o su propio padre?” una parte del demonio pensó, más seguro de algo estaba, quizás las putridas extremidades de los Black Lanterns ya les habrían urgado en sus pechos y unido a sus filas como otros más. La situación con el Terror Púrpura, no era distinta; aquel villano poseía finalmente en su cintura el cinturón del infinito, un arma qué busco portar para arrasar con el mundo de las luchas, y ahora, no era más útil que los golpes de un infante ante un depredador famélico; la joya amarilla, no hacía nada más que convertir en todo tipo de materiales a los Black Lanterns, destruyendolos hasta que se regeneraban a partir de su anillo; con la joya naranja, trato de volverlos polvo o regresarlos en el tiempo a cuando estuvieron vivos, pero esto solo causaba una nueva masacre a manos de las hordas de Black Lanterns tan pronto Terror Púrpura los resucitaba; con la joya azul, únicamente pudo sentirse abrumado de la influencia de su amo no vivo; la joya morada solo bastaba para conseguirles tiempo al transportarlos o transportarse, la joya verde, inútil como mínimo, no había alma en ellos.
—Fuiste un rival honorable, y un aliado con quien morir no será tan indigno— confesaba el Terror Púrpura, topandose espalda con espalda con Hellboy, mientras alzaba lentamente su brazo y cargaba con toda la energía de sus joyas su puño
—¿Algunas últimas palabras?— le pregunto el Terror Púrpura a su una vez rival, potenciando con las cinco joyas restantes a su joya roja, la del poder
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Marvel/DC: Void Dark Purple
FanfictionUna puerta púrpura se abrió para los Vengadores de un mundo confuso. Un horror volvió índigo a un mundo tan roto como el que cuidaba la Liga de la Justicia. Ahora la muerte detrás de ambos horrores busca hacer presa a todos los universos y formas de...