III | All bad.

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03.

-¿Qué haces aquí? -pregunto seria.

-¿Una pesadilla? -pregunta él levantándose de la silla.

-¿Qué más te da? ¡Sal de aquí! -grito, bueno, en realidad susurro, pero a la vez grito, ¡no sé! Este completo idiota me ha ignorado todo el día.

-¿Quién salía en tu pesadilla? -dice el acercándose a mi cama.

-Ni me acuerdo ni te interesa -digo formando una recta línea con mis labios.

-Cassie... -sonaba como una advertencia.

-¡Dejame en paz! ¡Ni me conoces! ¡Ni hemos hablado casi!

-No hace falta hablar con alguien para conocerle -dice él tranquilamente, su cara no muestra expresiones, es... raro.

-Dejate de cosas místicas -digo fríamente.

-¿Te he hecho algo? -dice, parece que está empezando a perder la paciencia, yo no le contesto- ¿Cassie? Responde -dice firme.

-No me mandas -digo pero me arrepiento ya que lo he dicho como una niña pequeña y he quedado un poco mal.

siempre quedas mal Cassie, porque no sabes hacer nada, por lo que se ve ni hablar.

Trago fuertemente, maldita voz interna, siempre intenta hundirme.

-Me ha molestado que no me saludases esta mañana, sabiendo que hemos dormido juntos -le digo, mi tono expresa tristeza.

-Por tu bien, espero que nadie sepa que duermo contigo, no se lo cuentes a nadie -dice él sentándose en mi cama.

-Bien -digo finalmente después de un silencio.

-¿Puedo dormir contigo? -pregunta él.

-Esto está mal, Evan -digo apenada.

-A veces las cosas que están mal, están bien -dice- ¿qué tiene de malo? -saca un paquete de cigarrillos del bolsillo de su bata.

-Acabo de llegar, no nos conocemos -contesto yo por enésima vez, nadie me conoce y él menos.

-¿Y? -pregunta de nuevo metiéndose un cigarro a la boca para encenderlo, este chico consigue dejarme sin respuestas, voy a aprovechar la ocasión para cambiar de tema.

-¿Aquí se puede fumar? -pregunto sin dejar de observar el humo que sale de sus labios, o más bien observo sus labios.

-Aquí en las habitaciones, no, en los demás lugares sí -dice tranquilamente- ¿quieres?

-Bueno, nunca he probado -dicen que fumar mata, pero, ¿y qué? Después de todo ese era y es mi objetivo desde hace meses.

Coloco un cigarro en mi boca y Evan extiende el mechero para encenderlo.

-Mientras el mechero esté encendido quemando la punta tienes que aspirar, ¿está bien? -pregunta y después enciende el mechero.

Hago lo indicado y tras varios intentos, el cigarrillo se enciende, bien, ahora toca hacer el ridículo, seguramente me atragante con el humo.

Meto el cigarrillo entre mis labios y absorvo el humo, no está tan mal como mi tía lo pintaba, cuando voy a tragar el humo mi garganta quema y empiezo a toser.

Es horrible. Evan se ríe y yo lo miro mal.

-¡Probaré otra vez! -le digo cogiendo el cigarrillo y esta vez lo hago bien así que sonrío victoriosa.

Después de varios cigarrillos, que e de decir que ya soy toda una experta, Evan habla.

-¿Puedo dormir contigo? -pregunta.

-Sí, Evan -ruedo los ojos- puedes dormir conmigo.

[...]

Como era de esperar, Evan ya no está. Me despierto y me coloco una bata nueva, supongo que Marie la dejó aquí antes de que yo despertara.

Cierro los ojos y suspiro, llevaba pocos días aquí y para ser sinceros lo único bonito era Evan. Lástima que solo podamos hablar por las noches y a la mañana siguiente haga como si no existo.

Salgo por la puerta para ir a desayunar, tengo hambre de tortitas, de las tortitas que mi padre me hacía por las mañanas, no de la bazofia que cocinan aquí.

-¡Cassie! -grita Beezus.

-Hola Beezus -digo intentando mantener la calma para no llorar.

-¿Estás bien? -pregunta, asiento con la cabeza- vamos a desayunar.

Caminamos por los pasillos donde hay gente muy rara, repito por enésima vez.

si que eres rara.

Puta conciencia, callate de una puta vez, siempre intentas joderme.

-Cassie -escucho la voz de Marie- ¿puedes venir un segundo?

-Sí -me acerco a ella haciendo un gesto a Beezus para que vaya a desayunar.

-He visto a Evan salir de tu habitación esta mañana -dice mirándome a los ojos- no voy a echarte la bronca, solo te pido que tengas cuidado, no es un chico normal.

-Nadie de aquí lo es -digo con el ceño fruncido- ¿qué ha hecho él?

-Tengo que irme -dice caminando rápido hacia otra dirección.

¡No! Todo el mundo me deja con las dudas y odio que me dejen con las dudas, ¡lo odio! Pateo la pared y una mujer que pasa por mi lado me mira raro.

¡Cómo si tu no estuvieras loca, vieja! Digo para mi misma. Voy hacia el comedor y me acerco para que me den mi comida.

-El tiempo se a acabado, debes esperar hasta la comida -dice la mujer, todo me sale mal maldita sea. A regañadientes voy a la mesa de Beezus y Travis.

-¿Y tu comida? -gruño tras la pregunta de Travis.

-Oh ya veo, ¿quieres? -pregunta Beezus.

-No -contesto seca y giro la vista hacia la mesa de Evan que está observando el plato fijamente, después levanta la mirada y la suya se cruza con la mía.

Siento millones de mariposas revoloteando en mi estómago. ¿Qué narices...?

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Bueno, bueno, ¡nuevo capítulo!

Espero vuestros bonitos comentarios y votos PARA QUE SIGA SUBIENDO.

Pregunta: ¿De dónde sois?

Besos

Ainsworth.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora