CAPITULO V.- Traidores y demonios

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A la mañana siguiente, me encontré con Luana a la salida de la Catedral, estaba muy bella, con un polo blanco y un jeans celeste, su cabello amarrado en una cola alta mostraba su esbelto cuello. ! Hola! saludé.

Saltó del susto y se volvió hacia mí con el seño fruncido fingiendo estar molesta, buenos días señor Ángel, no es de buena educación asustar a la gente sabía.

Lo siento mucho, no fue mi intención

Está bien tranquilo, dime que quieres hacer hoy, ¿por dónde te gustaría empezar a buscar a tu amiga? Dijo tratando de demostrar interés aunque podía notar el tono de tristeza en su voz.

Eso me alegró, sería posible, en realidad yo le gustaba y ante este pensamiento no pude evitar sonreír.

Primero tengo que contarte algunas cosas sobre mi misión, así que te gustaría ir al jardín de ayer.

OK, pero te parece si pasamos por alguna tienda para comprar algo, es que la verdad no tomé desayuno y no sé si los ángeles comen pero yo tengo mucha hambre.

Claro, disculpa por no haber pensado en ello, dije algo apenado

Jaja jaja, no hay problema, pero tengo una duda, ¿has probado comida desde que llegaste?

La verdad es que no, en realidad no la necesitamos, nuestro ser se alimenta de la energía buena del universo, y................ mmm me esperas un segundo, quiero hablar con alguien

¿Con quién?, si no hay nadie aquí

Con tu Ángel guardián

¡!¿Tengo un Ángel guardián?!! , pero yo pensé que tú eras mi Ángel guardián

Sí tienes uno, y tiene un carácter muy especial, no le gusta separarse de ti hasta que le prometa que no te pasará nada, espérame solo un segundo, prometo no demorarme, dejé parada a Luana que se había quedado con la boca abierta y me acerqué a Tunel.

Escuche lo que le dijiste y te recuerdo que no tengo mal carácter solo cumplo con mi deber que es el de cuidarla, dijo el pequeño Ángel con las manos en la cintura.

Lo sé Tunel, y no te preocupes que yo la cuidaré.

Sí lo sé, dime hoy le vas a decir quién es verdad

Sí y espero que lo tome bien, es nuestra única esperanza para poder sacarla de aquí antes que venga el mismo Luzbel a buscarla, ya que tiene el libre albedrío y no podemos obligarla.

Mientras tanto Luana se había quedado parada mirando hacia mí

Pero está Loco, no hay nadie allí, solo está él y ........que cosa es......... la cara de sorpresa que tenía era impresionante, mi mandíbula cayó súbitamente hasta el suelo, no podía creerlo, cerca de Gadreel, más o menos frente a él una lluvia de pequeñas chispitas brillaban, no puede ser dije, me acerqué muy despacio casi sin pestañar ya que tenía miedo que si lo hacía muy fuerte desaparecería. Cuando llegué a la altura de Gadreel escuché que él decía

"tiene libre albedrío y no podemos obligarla", luego volteó hacia mí y me miró con cara de curiosidad.

¿Te pasa algo?, me preguntó

Es que veo una Luz frente a ti

¿Qué? Y miró en dirección a la luz y luego dijo, ¡!cálmate Tunel eso lo veremos más tarde!!,Adiós.

Las lucecitas se desvanecieron rápidamente

¿Qué fue eso? Pregunté

Era tu Ángel guardián, que por cierto ahora va a estar insoportable presumiendo que pudiste verlo

La Lanza AzulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora