Nota: Todo el inicio del capítulo me lo saque del culo, solo hasta el primer separador, no contiene ningún hecho histórico verídico. Ficción que no planea ofender a nadie.
Cuando era niño mi padre trajo a casa a un hombre, un guerrero que se había ganado su confianza. Ayudaba con la educación de mi hermano y mía, nos enseñaba técnicas comunes en el combate y el uso de plantas medicinales que crecían por Tenochtitlan, siempre fue muy correcto, nos corregía con amabilidad y parecía que nunca se le acabaría la paciencia.
Recuerdo perfectamente cuando tuve bastantes dificultades para conseguir la planta que nos había encomendado buscar, regresé al palacio bastante tarde con el objetivo en manos, a veces pienso que hubiera sido mejor no entrar, porque hasta ahora no he olvidado el cuerpo desfigurado y sin vida de ese hombre a los pies de mi padre.
Siempre que me sentía en peligro guardaba silencio, fue un silencio pesado que termino cortándose cuando papá comenzó a hablar.
"Este hombre trato de matarme"
No dije nada, parecía que él no quería que lo hiciera.
"Ganar la confianza del favorito de los Dioses y acabar con su vida, ese era su plan desde un inicio"
Esa fue mi primer contacto con ese sentimiento denominado <traición>.
"Moctezuma, tú serás mi sucesor, esto podrá sucederte más veces de las que podrás contar"
"...cuando eso suceda, es esto lo que tienes que hacer, no importa que tanto hayas querido a esa persona"
"...una traición como esta nunca se perdona"
"...tienes que protegerte hijo, nunca le temas a la sangre de un amigo"
Esas fueron las palabras de mi padre cubierto de la sangre rojiza del cadáver a sus pies.
Las recuerdo perfectamente, cada frase resonó en mi cabeza por tantos años.
Entonces, ¿Por qué no me estoy moviendo? ¿por qué dejo que me sujeten de esta forma?
¿Por qué me hace esto?
Papá me habló de la sangre de un amigo, pero no de la de un-
Después de las palabras de Cortes, sujetaron ambos brazos del Tlatoani y lo levantaron del suelo con brusquedad, para sorpresa de los subordinados Moctezuma no opuso resistencia, parecía una muñeca de trapo, una bastante tétrica con ese rostro que no sabían cómo interpretar, una mezcla confusa entre la sorpresa y la rabia.
—Justo como lo esperaba, capitán.
Las palabras de Alvarado parecieron activar algo en la cabeza del azteca, porque justo en ese momento comenzó a forcejear con quienes le sujetaban.
—¡Xolopitli!— Se agitaba de un lado a otro sin apartar la mirada de los ojos del español frente a él— ¡Titlahuelilocamachoz!
Hernan puso todo de si mismo para no flaquear en su decisión, dio especial atención al rostro de Moctezuma que se frunció en un desorbitante enojo, pero aun así sus ojos se llenaron de abundantes lagrimas, no sabía si interpretarlas como ira o tristeza. Cerro sus puños con toda la fuerza que podía reunir en ese terrible momento de debilidad.
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Conquistando tu amor
Historical FictionHernán Cortés y su gente llegan a territorio mexicano con un solo objetivo, conquistarlo; aunque no se esperaba encontrar más de lo que buscaba. Hernán Cortés x Moctezuma Xocoyotzin