Taehyung se sentía nervioso, estaba haciendo algo que por lo general se abstendría de hacer; estaba pidiendo ayuda para algo.
—Está bien si no quieres hacerlo, sólo pienso que eres bueno en eso, y yo de verdad no creo que sea capaz de escribir tan bien como lo haces, o de poder... Expresarme – soltó Kim mientras miraba al piso.
Estaba siendo totalmente sincero, y sentía que parecía que estuviera rogando si lo pidiera dos veces.
Quería la ayuda de Jungkook, pero no quería que él pensara que era una excusa para pasar más tiempo con él – aunque en realidad si fuera un poco por eso –.
—No, yo- yo puedo ayudarte, no hay ningún problema – dijo rápidamente Jungkook – Te ayudaré a poder escribir con sentimiento, pero no escribiré nada por ti, sólo si es auténticamente tu esencia es que las demás personas podrán percibir los sentimientos que pusiste en ello – explicó.
—Entiendo... ¿Cuándo podríamos vernos para que empecemos con ello? – preguntó el impaciente Taehyung.
Otra vez hacía algo poco común gracias a Jungkook, estaba permitiendo que cambiara su rutina y sus planes a su merced, y es que al final Taehyung sabía perfectamente que la monotonía en la que había estado viviendo desde hacía tanto tiempo no era en realidad lo que él quería, ni la soledad, ni la tristeza, ni ninguno de los sentimientos tan negativos que habían llegado a él después de la muerte de sus padres.
—Veámonos todos los días aquí, frente al estanque, a esta misma hora, ¿Te parece? – sugirió Jeon.
Jungkook no podía negarse, él quería, deseaba y NECESITABA pasar mucho más tiempo con Taehyung, su presencia lo hacía sentir lleno, y creía profundamente que podría ayudarlo a salir de su mundo gris, a salir de esa tristeza, a salir simplemente del lugar en el que había estado estancado por tanto tiempo. Y no se había dado cuenta en ese momento, pero ya lo estaba haciendo.
—Está bien, nos veremos aquí – aceptó Taehyung.
Estrecharon sus manos y siguieron su camino al salón, iban tarde, pero en realidad, ¿a quién le importaba?, a ellos no y eso era todo lo que necesitaban.
Al final del día Taehyung nuevamente se fue sin despedirse de Jungkook, o sin siquiera permitirle a Jungkook despedirse de él. Era el primero en llegar y también el primero en irse.
—Oye, Jungkook – dijo una voz conocida.
Jungkook volteó y vió a Sung Ji Han.
—Oh, Ji Han, hola – saludó Jeon.
—¿Por qué Jungkook no hizo caso a lo que dijo Ji Han ayer? – preguntó – Ji Han sólo trata de proteger a Jungkook – expresó en tono triste.
—Ehm... Yo... En realidad no creo en ese tipo de cosas, si él perdió a su familia, no creo que haya sido su culpa, y... No terminaste de decirme todo ayer, ¿había algo más que querías decir? – preguntó.
— Como Jungkook ahora es tan cercano a Taehyung, entonces Jungkook debe preguntarle directamente a Taehyung, no a Ji Han. Ji Han ya cumplió con advertir – respondió con esa peculiar manera de hablar que tenía y luego se marchó.
A Jungkook le daban escalofríos escucharla hablar así, como si fuera una tercera persona, daba miedo.
La curiosidad aumentó en Jungkook, ¿quién era Lee Eun Ki? ¿Por qué –según Ji Han – éstas personas pensaban tan fervientemente que Taehyung era alguien que llevaba a otros a la muerte?
Quería preguntárselo directamente a Taehyung, pero no se sentía listo, quizás podría dejar de hablarle si se inmiscuía demasiado, por lo que decidió mantenerse al margen y simplemente ignorarlo, aunque poco a poco, no sólo sentía curiosidad, sino también tenía deseos de conocer profundamente a Taehyung, de saber sobre su vida, sobre sus gustos, sus secretos, sus miedos, él deseaba persistentemente quedarse a su lado por mucho tiempo.
Y Taehyung, deseaba exactamente lo mismo.
Cuando Jungkook llegó a su casa se sorprendió de encontrar en su puerta a Kim Namjoon, un conocido de la infancia, con el que había pasado mucho tiempo de su vida.
—Buenas tardes, ¿necesita algo? – preguntó Jungkook, pretendiendo no conocer a Namjoon.
—Entonces es cierto que estás viviendo aquí – dijo Namjoon mirando los alrededores.
—No entiendo a lo que se refiere, ¿nos conocemos? – cuestionó, amablemente irritado.
—¿Entonces solamente vas a fingir que no me conoces? – dijo Namjoon, con una sonrisa burlesca.
—¿Te enviaron a buscarme? – preguntó con una actitud y un tono completamente fríos y diferentes a como usualmente era Jungkook.
—¿Es poco creíble que haya venido a buscarte por mi cuenta? – preguntó mientras analizaba el uniforme de Jungkook – Entonces estás estudiando – dedujo.
—No es tu problema y tampoco el problema de la organización, sólo déjenme en paz y finjan que me escapé y que nunca me encontraron – replicó mientras se dirigía a la puerta, con intención de entrar.
Namjoon se apartó, era cierto que había ido a buscar a Jungkook, y no tenía el derecho ni la capacidad de llevarlo a la fuerza.
—Quédate todo lo que quieras, no le diré a la organización que te encontré, sólo voy a fingir que no era cierta la información que nos dieron – manifestó Namjoon – Sólo... Sé feliz. Y no trates de calmar tu dolor usando a otros, no funcionará.
—No me hables del puto dolor como si no lo conociera – dijo a regañadientes – y no quiero tu lástima, seré feliz porque quiero, no porque me lo hayas dicho.
Jungkook entró a su casa, subió las escaleras, se sentó en la cama y simplemente... lloró, lloró y lloró, como no lo había hecho desde hacía mucho tiempo.
Lloró por la pérdida y por la tristeza, lloró los recuerdos y lloró los momentos, lloró lo que sintió y también lo que vivió, lloró mientras en su mente estaba la vívida imagen de aquel... que ya no volvería.
Jungkook también tenía un pasado, también tenía secretos, y también estaba roto por dentro.
En su hogar, Taehyung pensaba en el poema de Jungkook "Simplemente, te añoro". Había tanto sentimiento encerrado dentro de eso y también dentro de la voz de Jungkook, un sentimiento que era uno auténtico y fuerte, tanto como lo puede ser el de la tristeza...
A pesar de darse cuenta de que Jungkook estaba triste, Taehyung estaba feliz, sentía una felicidad que no había sentido desde hacía mucho y rebosaba en todo sentido su capacidad de estarlo.
Se sentía increíble, pero Taehyung aún mantenía la creencia de que luego de una felicidad inmensa llega una tristeza aún más grande, y nuevamente, por un momento, tuvo miedo.
Tuvo miedo de perder esa felicidad en cualquier momento, en cualquier segundo, y no era lo que quería. Quería seguir siendo feliz sin importar qué, ya estaba cansado de estar triste y aburrido, de seguir los horarios de un estúpido pizarrón, de hacer las misma acciones repetitivas cada día, estaba cansado, y estaba decidido a romper ese molde, y ser feliz, sin importarle el pasado, sin importarle el dolor, sólo quería vivir el momento y vivirlo con Jungkook.
En ese momento, borró el cronograma en el pizarrón y escribió:
TODOS LOS DÍAS: SER FELIZ.

ESTÁS LEYENDO
Más allá del jardín (KookV)
FanfictionLa vida de Kim Taehyung era fría, aburrida, monótona y básica. Todo a su al rededor se sentía distante y triste, era como si todo su mundo hubiera perdido el matiz y sólo fuera... Gris. En un inesperado giro del destino, los colores empezaron a nace...