La hora del almuerzo habia llegado y eso me ponia mal. Desde la cuarentena en 2020 deje de poder tragar con tranquilidad en cualquier medio de transporte. Era tan raro, pero feo, como si la comida no pasara por mi garganta, y menos en un avion.
No queria que eso me arruine el dia.Habia pedido una ensalada porque sabia que no iba a poder comer casi nada, acompañada de un poco de pan, un jugo de naranja y una manzana.
-Che boluda ¿Por que no comes? -Me pregunto el Kun, cuando se dio cuenta que llevaba cinco minutos revolviendo la ensalada.
-no se... no tengo hambre -Trate de ocultar lo mal que sentia. Odiaba que siempre me pase lo mismo, podia ser el mejor dia de mi vida si no fuera por esta mierda. Siempre tengo que sufrir un poco mas que los otros. Las cosas que para todos son normales y pasan completamente desapercibidas, en mi no, yo no me fijo en mi aspecto mas que en mi alimentacion, mi respiracion, mis latidos... Y no se porque pensar tanto siempre me mata por adentro y despues me rescata.
Cuando me siento mal y alguien me habla mal o me presiona me desbordo, porque me guardo las cosas, como me siento, que es lo que pienso, que es lo que quiero... Soy muy sensible y realmente a veces necesito un abrazo, o que me den mi espacio. Me hago la cabeza de todo, cada palabra es analizada dos veces desde mi perspectiva. Todos han traicionado mi confianza, mis amigas mas cercanas, y las lejanas, aun no lo han hecho porque no las conozco jajaj... se podria decir que siempre va a estar la pregunta que revalse el vaso.
-¿Segura? ¿No queres probar un poco al menos? -Yo negue.
-No se... capaz en un rato se me pase...
Habia comido, mas bien pasado con agua un poco de ensalada, pero despues no comi mas porque no me iba a presionar sino terminaba peor. El Kun no jodio mas con el tema porque me vio comer un poco así que me quede mas tranquila y trate de no pensar mas en eso.
Cuando la azafata pasó a buscar los platos, vasos y utensilios, Julian me miró con el ceño fruncido y volvió a mirar mí plato, que estaba prácticamente lleno, yo negué en señal que no diga nada.
Si Enzo se enteraba estaba frita.El almuerzo pasó y ya eran las dos de la tarde.
El viaje se estaba haciendo muy largo.
-Estoy aburridaaaaa -Me quejo apoyando mí cabeza en el asiento de adelante.
-Estamos iguales -dice Enzo desde atrás.
¿Pero éstos tenían un oído sonico o qué?
-Eu Julián - lo llamo.
-¿Qué?
-¿Podes fijarte en mí mochila si encontrás las cartas para jugar al truco?
-Nanana está piba es una genia -alaga el Kun a lo que yo río.
-¿En cual bolsillo?
-El del medio.
-A ver... -Busca y me mira con cara de curiosidad pero a la vez burla.
-¿Qué?
Ay Dios, qué habrá encontrado.
Saca un antifaz para dormir de osito y todos nos reímos. No me acordaba de haber puesto eso ahi.
Después saca el mazo de cartas y cierra la mochila.
Me morí de ternura al verlo con el antifaz de osito puesto y recostado sobre el asiento poniendo sus manos detrás de su cabeza. No pude evitar soltar una risa que provocó una sonrisa apenas notoria en sus labios.-Sos más puto. -le dice Enzo estirando el antifaz y soltandolo para que le pegue en la cara.
-¡Hijo de puta!
ESTÁS LEYENDO
𝐀𝐑𝐑𝐀𝐍𝐂𝐀𝐌𝐄𝐋𝐎 || 𝑱. 𝑨.
Teen Fiction𝗧𝗼𝗱𝗼𝘀 𝗮𝗹𝗴𝘂𝗻𝗮 𝘃𝗲𝘇 𝗵𝗲𝗺𝗼𝘀 𝗾𝘂𝗲𝗿𝗶𝗱𝗼 𝗮𝗿𝗿𝗮𝗻𝗰𝗮𝗿𝗻𝗼𝘀 𝗲𝗹 𝗮𝗺𝗼𝗿 𝗱𝗲𝗹 𝗽𝗲𝗰𝗵𝗼. 𝘛𝘳𝘢𝘴 𝘢𝘯̃𝘰𝘴 𝘥𝘪𝘧𝘪𝘤𝘪𝘭𝘦𝘴 𝘦𝘯 𝘴𝘶 𝘷𝘪𝘥𝘢, 𝙅𝙪𝙡𝙞𝙚𝙩𝙖 𝘿𝙞𝙖𝙯 𝘴𝘦 𝘮𝘶𝘥𝘢 𝘢 𝘤𝘢𝘱𝘪𝘵𝘢𝘭 𝘤𝘰𝘯 𝘴𝘶𝘴 𝘱𝘢𝘱𝘢...