Dos dias faltaban para el partido de Argentina contra Arabia Saudita. Yo siempre intentando mantener un perfil bajo ante las camaras de algunos periodistas, ya estaba tomando mas confianza con los jugadores y ellos me hacian sentir parte tambien. Hacia un calor de la puta madre en Qatar, literal, viviamos del aire acondicionado.
Para ser sincera, esa timidez que senti los primeros dias hacia los pibes era mas que nada un miedo, un miedo a ser re hincha pelotas y que despues me rechacen por esos motivos, al menos eso pense al inicio; porque después ellos terminaron siendo los hinchapelotas. Estaba pasando una semana hermosa, soñada, podria decirse. De dia de por medio, Rodri, Ota, El Papu, Leo, Julian, Enzo y algunos mas nos juntabamos a jugar al truco y a tomar mates, ya sea en la pieza del capitan de la seleccion o en la mia. Solian hacer esos encuentros los dias que estaba re pesado el calor y no daban ganas de salir. Y digo "solian" porque, a pesar de que yo estaba alli a su lado, me era casi imposible sentirme nada teniendolos en frente. De vez en cuando, me tildaba y me quedaba ahi, admirandolos y viendolos reirse, jugando, o hacian la expresion que hacian.
No me sentia digna de su compañia.
No caia en cuenta de lo que estaba viviendo, era mucho. Pero no se los podria explicar a ellos porque no iban a entender, asi que, me limitaba a sonreir con sinceridad, tratando de grabar cada momennto en mi mente, que es la que siempre te juega mal y se olvida rapido; porque yo sabia que en mi corazon, esas experiencias, voces, sonrisas, risas y sensaciones iban a estar tatuadas toda mi vida.
Me hace acordar a cuando sos chiquito y como estas tan feliz, te dan ganas de abrazar a todos, y no soltarlos nunca. Nunca sabia que iba a poder volver a sentir esas cosas, y tuve que esperar diez años para volver a tocar el cielo con las manos, los ojos llenos de certeza y el corazon latiendo a mil.
Estaba viviendo un mundial.
-¿Mañana llegan las chicas? -Pregunto Julian, mientras tiraba el tres de espada y juntaba una carta del mazo. Estabamos jugando al chinchon, en mi pieza, yo estaba sentada en la cama, entre medio de la araña y el Papu, mientras que los otros en algun sillon, banqueta o silla. Cuando escuche la pregunta de Julian, preste mas atencion
-Aja, con un dia de anticipacion al partido porque sino explota todo el mismo dia. -Explico Leo.
-¿Y de ahi se quedan hasta la final? -Pregunte, cuando hice un juego de tres sietes, gracias al que habia tirado Julian. La mayoria se rio al ver a Rodri levantar las cejas y mirar a Julian, este fruncio el ceño y yo copie el acto.
-Aja, cuando lleguemos a la final se van, pero un poco antes que nosotros. Asi nos llegan a recibir alla en Argentina. -Guiño el ojo Otamendi -Pero antes el DT nos tiene que dar 10.000 pesos a cada uno. -Todos se rieron, menos yo, y note como julian simulaba una risa.
El tampoco entendia nada.
-¿Nos perdimos de algo? -Pregunto Julian, cuando las risas cesaron. Yo lo mire y asenti.
-¿Hay algo de lo que nosotros nos hayamos perdido? -Pregunto Paredes y se vovieron a tentar.
Ya me estaba sintiendo incomoda, ¿habia hecho algo mal? ¿Que tenian en contra de Julian y yo? Osea, nos shipean, pero con estas jodas que solos ellos entienden ya se van a la mierda.
-¡Ay! Ahora todo es motivo de risa, como nos excluyen che. Asi no se puede. -Me queje, y cruce d brazos.
Pronto senti como Julian se me acerco al oido y me dijo algo que no entendi. Cuando se separo lo mire con el ceño fruncido, el se rio levemente y me volvio a hablar, se hacia el que susurraba algo, pero era a propósito. Me rei, y le segui la corriente, despues le dije al oido cualquier cosa, el repitio el acto una vez mas, pero ya nos estabamos aguantando la risa, el no pudo mas y cuando su boca estaba cerca de mi oido escupio todo el aire con una risa, este choco en mi cuello y me hizo cosquillas, solto una carcajada y se escondio en mi espalda, me contagio su risa, estabamos que nos partiamos y me tuve inclinar hacia adelante porque el aire me faltaba.
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𝐀𝐑𝐑𝐀𝐍𝐂𝐀𝐌𝐄𝐋𝐎 || 𝑱. 𝑨.
Novela Juvenil𝗧𝗼𝗱𝗼𝘀 𝗮𝗹𝗴𝘂𝗻𝗮 𝘃𝗲𝘇 𝗵𝗲𝗺𝗼𝘀 𝗾𝘂𝗲𝗿𝗶𝗱𝗼 𝗮𝗿𝗿𝗮𝗻𝗰𝗮𝗿𝗻𝗼𝘀 𝗲𝗹 𝗮𝗺𝗼𝗿 𝗱𝗲𝗹 𝗽𝗲𝗰𝗵𝗼. 𝘛𝘳𝘢𝘴 𝘢𝘯̃𝘰𝘴 𝘥𝘪𝘧𝘪𝘤𝘪𝘭𝘦𝘴 𝘦𝘯 𝘴𝘶 𝘷𝘪𝘥𝘢, 𝙅𝙪𝙡𝙞𝙚𝙩𝙖 𝘿𝙞𝙖𝙯 𝘴𝘦 𝘮𝘶𝘥𝘢 𝘢 𝘤𝘢𝘱𝘪𝘵𝘢𝘭 𝘤𝘰𝘯 𝘴𝘶𝘴 𝘱𝘢𝘱𝘢...