II. Salvador misterioso

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EXTRA I. Salvador misterioso

Wei Ying luchó por levantar su peso. Desafortunadamente la fatiga sobre su cuerpo fue mayor.

"No te muevas" pidió la voz amable.

El hermoso ser no permitió acción extenuante. En su lugar le acuno con reverencia, transportándo del nido de mantas hasta la calidez de su regazo, en las cercanías del fogón de piedra que mantuvo la cueva cálida.

Las heridas de Wei Ying se calentaron y él se sintió adormecido por la sensación. El hombre no habló más que eso, y frotó distraídamente alguna pasta de hierbas sobre sus alas, cual bálsamo reparador.

Antes de ser capaz de agradecer la hospitalidad fue atendido con eficiencia por el hermoso zorro de pelaje blanco. 

El hombre le rogó descansar pasando, su dedo por el pelaje esponjoso del collar hasta tocar la humedad en su nariz. Contuvo el deseo de estornudar. Y si bien, tal toque debió ser humillante, no existió razón para protestar.

" Estarás bien " prometió de nueva cuenta.

Los ojos del zorro brillaron cálidos como cristal de ámbar contra las llamas reflejadas en estos y el rostro se relajó con una expresión suave que le recordó a su madre cuidando de él en sus momentos de enfermedad.

Piedad . Eso es lo que vio Wei Ying.

El sonido de su estómago estropeó la ternez del momento. La sorpresa coloreó el rostro del hombre, que se disculpó enseguida y giró, sin molestar a Wei Ying, para pelar algo de fruta. Lo primero que se le presentó fue dátil deshidratado. La dulzura de la fruta lo maravilló devorando gustoso en apenas pocos bocados.

El hombre no le riñó por el hambre voraz, aunque le tranquilizó ilustrando que había suficiente comida para compartir.

Wei Ying no logró contener las lágrimas de felicidad y alivio ante tales palabras. Hacía mucho tiempo no se hubo permitido alimento, ni descanso, calor o un lugar para retozar pocas horas. Su misterioso salvador empujó suavemente algunos arañones jugosos, sin comentar sobre las lágrimas que le empaparon el rostro.

Saciado, el hombre detuvo el empuje de comida a su boca, y se dedicó a acariciarle el estómago en tierno consuelo.

Yo también sé que es tener hambre, pareció decir su mirada. Pese a ello Wei Ying no encontró voz para verbalizar sus preguntas.

Mientras más tiempo pasaba con el hombre más se maravillaba de él; y más se aferraba al deseo ingenuo de hacerse como su compañero. El zorro no compartió olor con nadie más, lo que indicó que no estaba vinculado. Lo cual fue extraño tratándose de una belleza sin comparación.

Entre sueños se debatió con gran angustia el método de cortejo propicio en zorros y maldijó el no tener a Huaisang cerca para inquirir al respecto.

El sonido de la música arrebató a Wei Ying del mundo onírico. Cuando el pequeño murciélago se quejó, los acordes chirriaron y el hombre se mostró preocupado.

No dijo nada en seguida, pero sus ojos lo dijeron todo.

Te he molestado, interpretó Wei Ying.

Él negó con la cabeza, aunque dudo en que el hombre viese su gesto desde tal distancia. El meneo de su cola esponjosa fue suficiente respuesta.

" Soy Wei Ying " dijo el murciélago.

"Tú puedes hablar" reconoció el hombre.

"Soy igual que tú" Aquello pareció ser suficiente para el hombre que asintió en un monosílabo.

Igual, un cambia formas.

Solo que Wei Ying estaba demasiado debilitado para volver a una forma humana. Consumía demasiada energía y ralentizaba la recuperación de sus alas. En pro de su seguridad optó por mantener la forma original.

"Lan Zhan"

"¿Ese es tú nombre?" Le preguntó. El hombre asintió con un ' mmhm' .

El silencio reinó en la madriguera del zorro hasta que tímidamente regreso a su instrumento, emitiendo sonidos puros para los oídos sensibles de Wei Ying.

"Gracias" dijo, porque eso es lo que dictaba la cortesía.

"Wei Ying no tiene que darme las gracias"

"¡Lo hago!" Se quejó con un puchero desde su nido al lado del fuego. Y algo similar a la risa, o un suspiro, escapó de labios del zorro. "Mis alas no pueden volar en este momento. Me temo que seré un huésped inoportuno"

"Wei Ying puede quedarse el tiempo que necesite, el invierno es muy crudo. Wei Ying no tenía razón por la cual estar expuesto a una tormenta"

"Perdí mí hogar" se sincero con gran tristeza. Provocando que el zorro hiciese a un lado su instrumento para acortar la distancia entre él y Wei Ying.

"Si es así, Wei Ying puede quedarse aquí y pasar el invierno"

Entre lágrimas, Wei Ying dijo: "...Si, me gustaría mucho" 

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