•|#1|•

1.1K 112 7
                                    

Hagamos esto rápido, Addams

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Hagamos esto rápido, Addams. -Decía, observando a la chica sentada al otro lado de su escritorio-

No veo que yo haga algo para atrasarlo, Señor Galpin. -Respondió con los dedos entrelazados, descansando sobre sus piernas-

Muy graciosa. Escúchame, últimamente hemos recibido nuevos informes de desapariciones y asesinatos, y el último lugar en donde se han visto las víctimas han sido en el bosque. -Explicó el hombre reacomodando sus documentos- Son completamente ajenos a los que recibíamos la última vez...Supongo que lo recordarás.

Si, lo tengo grabado en mi mente. -Respondió asintiendo la cabeza-

Estas son algunas fotografías. -Dejo unas fotografías sobre la mesa-

Mh, ya veo...¿Acaso soy sospecha de nuevo? Por que de ser así me siento halagada, estás heridas se ven tan limpias. -Agregó mirando con una ligera sorpresa las fotografías-

No esta vez. Siendo sincero, fuiste de gran ayuda con el caso anterior, y ya que eres experta en estos temas de lo paranormal me gustaría pedirte que nos apoyes de nuevo. Recibirás tu respectiva recompensa una vez concluyamos el caso. -Se recostó en su silla, esperando a la pelinegra-

Pues, interesante oferta Sheriff. -Levantó la mirada, viéndolo fijamente-

Puedes empezar apoyándome con un sí o un no. -Enarcó la ceja, algo sarcástico-

¿Cómo sería yo capaz de rechazar esta oferta? -Respondió con una muy leve sonrisa-

El sheriff asintió acomodándose el sombrero. Le dejo algunas de las fotografías a la pelinegra

Por cierto, también necesitaré esto. -Sacó una cámara de su mesa y se la entregó a la chica- Para al menos conseguir pistas.

La morena tomó la cámara, la analizó y luego de dar las gracias se levantó y salió de la oficina.

La morena tomó la cámara, la analizó y luego de dar las gracias se levantó y salió de la oficina

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Acarició el árbol, analizando la cortadura. Profunda, limpia y mortal, un oso sería incapaz de hacer esto, y era un arañazo muy grande para ser de un animal como un lobo o mapache.

Impresionante... -Frotó sus dos dedos entre sí, para sacar una pequeña libreta y comenzar a escribir algo dentro de esta- ¿Alguna mascota doméstica?

Frunció un poco el ceño mientras borraba lo que sea que escribió dentro. Entrecerró levemente los ojos, y pegaba constantemente la punta del lápiz contra su barbilla.

Sintió algo caer en su cabeza, ensanchó los ojos y rápidamente casi como por reflejo miró hacia arriba, para ser recibida por unos brillantes ojos y una tétrica sonrisa. El mismo líquido que cayó en su cabeza cayó sobre su rostro, no tardó en tomar su  cámara y apuntar directo al espectro, el cual no era nada tonto y rápidamente se alejó saltando hacia otro árbol y balanceándose entre las hojas perdiéndose dentro.

Logró tomar una foto, ¿Pero de qué servía si solo podía ver una pelusa borrosa? Gruñó molesta y rompió la fotografía. Dejando caer los trozos de papel y se pasó la manos por el rostro, para lograr saber que cosa tenía encima. ¿Sangre? ¿Saliva? Las dos cosas juntas, se notaba por el aspecto que era saliva, y las manchas carmesí delataban la sangre ajena fusionado a ésta.

Rápidamente su mente comenzó a trabajar, ¡Sangre, seguramente había estado con una nueva víctima no hace mucho! Se aventuró corriendo justo en la dirección contraria a la que escapó la bestia, chocándose con algunas ramas sueltas. Y en efecto, no estaba equivocada, el pobre cuerpo de un hombre de no más de 37 años, abierto con las tripas esparcidas por ahí la mitad de su torso desaparecida y la cara de trauma con unos lentes rotos. De no haber sido por su traumática niñez posiblemente estaría vomitando, pero lo contrario, sonrió. Sacó unos guantes que tenía en su bolso y se acercó al cuerpo. Tomó algunas fotos de varios ángulos, para poder guardar la cámara y comenzar a analizar los restos humanos. Revolvió los intestinos, jalando un poco de estos mientras estaba distraída entre sus costillas. ¡Bingo! Sacó de su interior un pequeño pelo, sonrió satisfecha. Sacó una bolsa transparente y hecho el vello dentro. Mientras se quitaba uno de sus guantes miró por última vez su rostro. Sus lentes, tenían líquido, ¡Perfecto! Saliva de la bestia. ¡Esto era pan comido!

Se agachó y los tomó, y tranquilamente comenzó a salir del bosque. El trabajo estaba hecho.

•Caperucita rºjª•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora