Broken Home.

Espero no me olvides...

Diez años antes.

17 de Septiembre 2003.

El clima para estas fechas no era costumbre alguna para los australianos. Las tormentas eléctricas, el viento y yo realmente no éramos buenos amigos.

Me encontraba en mi mas profundo sueño cuando un estruendo que había iluminado la habitación y un golpe en la ventana, se habían puesto de acuerdo para levantarme a las 05:45 a.m. Al levantarme de golpe y algo agitada, había logrado darme cuenta al ver por la ventana que ya era de día a pesar de que afuera el viento se peleara con las hojas de los arboles y que con aquel cielo gris oscuro me ocultara cada mínima gota de luz a su paso.

Entre la oscuridad intento buscar  mi luz de noche para encenderla, pero al momento de accionarla me doy cuenta de que también la luz se había ido por completo. Intente mantener la calma por unos minutos hasta que me di cuenta de que seria en vano, así que decidí levantarme de mi cama y sin tropezar en la oscuridad camine hacia la cama mas cercana a mi, la cual era... la de dani.

-dani...-susurré despacio una vez estando al lado de ella, pero no obtuve respuesta.

-dani...-lo intenté nuevamente pero esta vez moviéndola despacio.

-mmm...-se quejo un poco cambiando de posición.-Lou?-dijo con una voz de dormida mientras intentaba  divisarme en la oscuridad.

-si... lo siento, pero comenzó una tormenta y me desperté-susurré apenada.

-ya no puedes dormir, ¿verdad?-dijo mientras escuchaba como se incorporaba en su cama.

la verdad.... no-negué y levante la mirada.-¿te molesta si intento dormir contigo?-pregunte en un susurro casi inaudible.

-no... ven aquí-se movió levemente y me hizo un lugar mientras daba una palmadita indicándome que suba a la cama.

Di un saltito para poder subir a la cama y en eso volvió a sonar un trueno retumbando en toda la habitación, lo cual hizo que me asustara y me pegara a dani escondiendo mi rostro. 

-estoy aquí, tranquila...-dijo en un susurro mientras me abrazaba y llevaba su mano a mi cabello para acariciarlo.

Luego de un rato de hablar para distraernos e intercambiando uno que chiste malo, dejo un pequeño beso en mi mejilla. No sabría decir en que momento, pero nos quedamos dormidas en aquella posición. 

Algo así de las 12:00 p.m., nos habían mandado a despertar por char para avisarnos de que era la hora del almuerzo. La verdad, era raro de que un día de semana se nos permita dormir hasta tarde ya que cada tres semanas eran los periodos de entrevistas para adopción.

Una vez despiertas, decidimos caminar al baño el cual era compartido para poder asearnos. Lavamos nuestros dientes, nos lavamos la cara y cepillamos nuestros cabello; nos cambiamos el pijama por algo de ropa cómoda para pasar el día y decidimos ir al gran comedor.

Pasamos todo el día encerradas en la habitación jugando después del almuerzo, con Dani y Char nos la pasábamos riendo, contando una que otra historia sin sentido, haciendo peleas de almohadas, jugando las escondidas e incluso correteando por ahí. (Obviamente todo esto sin ser regañadas por algunas de las chicas encargadas de la limpieza, pero mientras no sucedan accidentes o nos golpeemos todo estaba bien).