Pasaron horas desde que habían ido al casino hasta que le llegó una llamada a Quackity.
— ¿Quien es?— dijo Rubius algo molesto.
— Venga Rubius no trates así a tu novio— dijo mientras reía.
— Cállate Luzu, y Quackity responde
— ah eh.. me llama mi padre, ahora vuelvo con a hablar con el— dijo mientras salía de del casino.
Agarro el teléfono y empezó a hablar con su padre.
— Hola papá..
— hola hijo, hacía tiempo que no me llamabas— dijo un desconocido.
— espera.. ¡esa no es la voz de mi padre! ¿Quien eres?
— JAJAJA, ¿enserio ya no me recuerdas hermanito?— empezó a reír.
— ah.. hola Drako, chingada madre avisa antes, no? Y como conseguiste un celular si papá solo te regalo mínimo un papelera— respondió Quackity
— cállate, me lo robe. ¿Y como te va con Rubius?
— ¡No sabes cuánto lo odio! ¡Quiero irme de esa casa! Pero papá firmó papeles del matrimonio y ya sabes cómo es...— dijo triste y enfadado.
— Cuando vengas al pueblo te llevarás una sorpresa de lo que te voy a dar, luego te llamo que papá ya volvió a casa. ADIOOOS— dijo mientras colgaba.
— BYEW, I LOVE YOU SO MUCH— guardo el teléfono y sonrió.
"¡No quiero papá, no me gusta Rubius!"