Aún si el mundo se acaba

Prólogo

Julio de 2025 fue un mes muy especial para el mundo en general.
Un día las noticias advirtieron de un incidente en un centro de investigación médica, al día siguiente el Estado de Ohio estaba en cuarentena, unas horas después tres Estados más se encontraban en alerta médica. Y progresivamente todo se fue derrumbando, primero América, poco después África y Asia, y de ahí a Europa...

Para mi todo cambió la mañana del 2 de Agosto, me encontraba en mi pueblo, Bouses, al sur de Orense en la comunidad autónoma de Galicia, España...

Me levanté esperando vivir otro día cualquiera, desayunar un poco de leche con cereales, pasear a mi perra Ofelia por los montes llenos de vegetación, bajar con mi banda en bicicleta hasta los pueblos más lejanos conocidos, con suerte conseguir algo de alcohol en un bar cercano y finalizar el día observando las estrellas con mi querida Irati y nuestra mejor amiga Eira.

Me levanté esperando algo que nunca volvería a vivir nunca, cogí mi móvil situado en el suelo de la habitación un poco apartado de la cama, lo encendí con los ojos entreabiertos y encontré un mensaje extraño del gobierno español que dictaba:

Se establece la ley marcial tras la caída del Capitolio en Madrid por la incontrolable horda de infectados, buena suerte.
Resumiendo la situación, estaba solo, alejado de la civilización y casi en pánico.
Pero por muy duro que fuera el reto. Contaba con cuatro hombres y dos mujeres que me ayudarían a superarlo.