4 de Agosto de 2025

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Sin noticias de la organización de nuevo...
A primera hora de la mañana los rayos de sol atravesaron las ventanas de mi habitación e inevitablemente me desperté. Me erguí en el colchón y mi perra me miró moviendo su cola, feliz porque ya estuviera despierto.
Abandoné el dormitorio y consulté mi móvil, la electricidad había regresado y tenía cobertura.
Llamé a Irati mientras cogía algo de comida para el desayuno, a los pocos minutos contestaron.
-Irati: ¿Ares, estás bien?
-Ares: Si, estoy bien ¿Como estáis vosotras y Fabián?
-Irati: El npc (Fabián) se cagó un poco ayer con el apagón, pero estamos bien y desayunando.
-Ares: Ni me sorprende, bajad todos a mi casa cuando acabéis de desayunar, tenemos que hablar.
-Irati: Vale, nos vemos allí, te amo.
-Ares: Yo más, que aproveche.

Colgué y llamé esta vez a Lucas, quien no tardó en responderme.
-Lucas: ¿Escuchaste los aullidos ayer a la noche?
-Ares: Si, me ayudaron a dormir.
-Lucas: Los lobos ya habitan las cercanías tan rápido.
-Ares: O quizás es que sin la presencia de tanta gente se atreven a aullar.
-Lucas: No creo que sea eso, ya había muy poca gente de por si...
-Ares: Pues no se me ocurre ninguna otra explicación.
-Lucas: Tampoco resulta una gran amenaza, les damos miedo, créeme.
-Ares: Tienes razón, los lobos apenas suponen un peligro teniendo en cuenta que no quieren nada de nosotros.
-Lucas: Son más peligrosos los jabalíes.
-Ares: También son muy sabrosos, venid a mi casa cuando acabéis de desayunar, vamos a hablar todos juntos.

Abrí la puerta de la casa y Ofelia salió contenta al exterior y se dirigió al jardín ha hacer sus necesidades.
La mañana estaba llena de colores vividos y saturados que me transmitían algo de alegría, la cual no venía mal en esos momentos.

Fui abajo al garaje y abrí la despensa. Saqué mi móvil y abrí un nuevo apartado en "notas", lo titulé "Recursos" y abrí un apartado con mi nombre, acto seguido comencé a anotar todo cuanto mis ojos divisaban en la habitación.
En cuanto a verduras poseía una gran variedad de productos: en las estanterías de la despensa se encontraban cajas de pimientos y pepinos, también habían varias cajas con lechuga y rábanos en su interior. A un lado de la despensa había un depósito con poco más de una tonelada de patatas y encima de estas unos cuantos ramos de cebollas.
Sin embargo hablando de carne la cosa cambiaba, en la despensa sellada habían dos patas de cerdo y el congelador poseía unas cuantas pechugas de pollo, un par de filetes de ternera y una costilla de ternera también.
Nada de pescado y como complementos también había melocotones al almíbar y algunas latas de refresco, aparte de unas cuantas botellas de vino tinto.

Salí de la despensa y me dirigí a la Segunda cocina. Mi casa estaba equipada con dos cocinas. Una arriba, en la parte "habitable" del lugar y una abajo donde se guardaba el gas.
Abrí los cajones y observé dos bombonas de butano, una conectada y otra que al cogerla comprobé que desgraciadamente estaba vacía. Por lo tanto el gas suponía un problema de momento.
Escuché el zumbido característico de las bicicletas de mis amigos y salí a recibirles. Lucas y Fabián estaban en la entrada aparcando sus bicis.
-Lucas: Buenos días.
-Ares: Buenos días chicos ¿Y el resto?
-Lucas: Vienen ahí detrás, van caminando.
-Ares: Bien, les esperaremos...
-Lucas: No tengo ninguna otra noticia de la organización esa...
-Fabián: Puede que tengan problemas para llegar, ya vendrán...
-Ares: No creo que vengan, ya ha pasado mucho desde que dijeron con toda certeza que llegarían.
-Lucas: Yo tampoco creo que vengan.
-Ares: Por eso nos reunimos.

El resto llegó a la entrada y les invité a entrar amablemente. Les dije que se sentaran en cualquier parte y todos cogieron un asiento en las sillas del balcón. Yo me quedé de pie en medio del lugar y suspiré.
-Ares: Bien... queridos compañeros, nos encontramos en una situación precaria y complicada, dudo mucho que la RCP ni ninguna otra organización nos ayude a salir de esta, creo firmemente que estamos nosotros solos contra la naturaleza actualmente y contra los infectados en un futuro cercano. Vamos a necesitar valernos los unos de los otros para mantenernos saludables y en condiciones.
Como hemos podido observar, en estos primeros días la tranquilidad gobierna estas tierras. Pero no estamos seguro de que eso vaya a durar, es por eso que vamos a estar preparados. Quiero que recojáis información valiosa de todo tipo, por ejemplo yo acabo de anotar todos los alimentos y recursos que se encuentran en esta casa y vosotros vais ha hacer lo mismo en casa una de vuestras casas, después quiero que calculemos cuántas kilo calorías tenemos y cuanto nos durarán con un consumo moderado de las mismas.
Y ahora vamos a discutir algo muy importante, somos siete personas, no es seguro tener siete casas distintas, hay que encontrar un equilibrio entre terreno y personal.
-Lucas: Yo diría que mi casa fuera la principal base.
-Miguel: Estoy con Lucas.
-Ares: Justo yo iba a decir lo mismo, la casa de Lucas es la más grande de todas, es también la más alta y desde su balcón se observa toda la parte sur del pueblo. Incluida esta casa. Sin embargo necesitamos otro punto más, y desde la casa de Lucas no se ve absolutamente nada del pueblo.
-Irati: Mi casa y la de mi primo está prácticamente en el punto más alto del pueblo, desde nuestro balcón se ve también casi todo.
-Fabián: Es indiscutiblemente el punto más elevado.
-Adolfo: Ahí tienen razón: La mía solo tiene de bueno que se puede observar la plaza principal y la carretera de acceso al pueblo.
-Ares: Sin embargo la casa de Irati y Fabián está separada, hay que salir a la calle para entrar a la cocina y tal, pero me gusta, lo discutiremos...
-Eira: La mía ofrece prácticamente las mismas ventajas que la de Ares.
-Ares: Yo creo que en esta primera noche, ya que no está tan claro, deberíamos quedarnos en dos casas, esta y la de Lucas.

Aún si el mundo se acabaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora