13. Automotivación

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Cada aspecto de la vida contiene alguna forma de motivación o automotivación. Por ejemplo, comer está motivado por el hambre y obtener conocimiento está motivado por el deseo de educarse. La motivación es la fuerza impulsora detrás de las acciones orientadas a objetivos; ayuda a las personas a lograr cosas como perder peso u obtener un ascenso en el trabajo.
En pocas palabras, la motivación es la razón por la que alguien hace algo. Se refiere a las razones emocionales, sociales, mentales y físicas detrás de las acciones de una persona. Existen dos tipos principales de motivación: intrínseca y extrínseca.

El reconocimiento de los demás, los trofeos, el dinero y otras recompensas externas son formas de motivación extrínseca. Este término se refiere a la motivación que viene de fuera del individuo. Al contrario, resolver un acertijo complicado es una motivación intrínseca porque proviene del interior del individuo. La recompensa que obtenemos proviene de nuestro interior: es el puro placer de resolverlo.

Estas son algunas de las estrategias útiles que pueden ayudarte a descubrir cómo motivarte a ti y a los demás.

- Asumir la responsabilidad de nuestra vida
La automotivación es compleja porque proviene de nosotros mismos. Para automotivarse de manera efectiva, primero debemos reconocer los problemas subyacentes e internos que la obstaculizan. Si no lo hacemos, culparemos a los demás por nuestra falta de progreso, pero tampoco avanzaremos. Es normal contar con la ayuda de amigos y fuentes externas para motivarnos. Sin embargo, en última instancia, depende de nosotros mismos trabajar y tomar el control de nuestra vida.

- Encontrar nuestro por qué
Es necesario contar con un "por qué" antes de poder motivarnos, tener una idea de por qué hacemos lo que hacemos nos da un sentido de propósito. Esto significa tener metas que van más allá del éxito profesional o los deseos materiales. Debemos buscar motivos inspiradores y poderosos si queremos mantenernos motivados. El éxito, en última instancia, es hacer lo que queremos, cuando queremos y con quien queremos. Al conectar nuestros objetivos con nuestro propósito, nunca nos faltará la motivación para lograr el éxito personal.

- Pasar de las obligaciones a las decisiones
Muchos pensamientos comienzan con la frase "Tengo que..." todos tenemos rutinas, costumbres o incluso reglas autoimpuestas en nuestra vida que no son realmente decisiones personales. Es importante ir reevaluando nuestro proyecto de vida, no estancarnos e ir creando nuevas metas que nos permitan progresar. No cambiar e instalarse en costumbres y rutinas que no nos satisfacen es el camino para acabar sintiéndonos desmotivados e insatisfechos.

- Ser fieles a nuestros propios valores
Cuando hablamos de valores, nos referimos a las convicciones intrínsecas que determinan nuestra forma de comportarnos y afrontar la vida. Estas tienen que ser únicas y provenir de uno mismo, nadie puede imponernos unos valores determinados. Es por esto que son tan poderosos, si actuamos de una forma de la que nos podemos sentir orgullosos, nos sentiremos motivados y empoderados a la hora de actuar y avanzar en pos de nuestras metas y objetivos.

- Entender los errores como parte del aprendizaje
Luchar constantemente por alcanzar la perfección es la forma más segura de fracasar. En cambio, entender los errores como parte necesaria del proceso de aprendizaje y mantener una actitud positiva frente a ellos, nos pone en el camino correcto para el éxito. Tan pronto entendamos y seamos capaces de entender nuestras imperfecciones, empezaremos a mejorar de manera significativa.

- Mantener una actitud vital positiva
Es difícil aprender a automotivarse cuando estamos atrapados en una espiral negativa o en la queja constante. Si queremos conseguir motivarnos debemos concentrarnos en la gratitud y mantener una mentalidad de abundancia. Es importante, agradecer las cosas buenas que tenemos en nuestra vida en vez de centrarnos en lo que nos falta. Cuanto más nos concentremos en lo bueno y cultivemos una mentalidad positiva, más fácil será mantenernos motivados. Esto no significa interpretar los hechos negativos como positivos o cultivar la paz interior sin pasar a la acción, más bien se trata de trabajar nuestra capacidad de resiliencia y enfrentarnos a la vida con ganas.

- Utilizar la música
Seguramente más de una vez te has sentido con más motivación después de escuchar una de tus canciones favoritas. Esto tiene una explicación, nuestro cerebro está programado para responder a la música. Así bien, es una buena idea, si nos sentimos cansados u observamos que nuestros niveles de motivación empiezan a decaer, hacer una pausa y usar el poder de la música para conseguir un impulso extra en nuestro estado de ánimo o energía.

Psicología en la mente de un jovenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora