12. La importancia de cómo nos tratamos

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A lo largo de nuestra vida nuestras acciones tienen consecuencias agradables y desagradables para nosotros y para los demás; con estas últimas tendemos a quedarnos estancados, dándole vueltas a todo lo que hemos hecho mal, criticándonos a nosotros mismos y con el sentimiento de culpa presente cada vez más grande.
En estos casos es importante aprender a ser autocompasivos.

Para comenzar a lograr el objetivo de ser autocompasivo te propongo que comiences probando los siguientes ejercicios:

- Toma consciencia de tu diálogo interno
Para empezar a ver si estás siendo muy autocrítico y en qué situación te encuentras contigo mismo comienza por identificar cómo dialogas contigo mismo en las situaciones estresantes, fallos o errores del día a día.
Puedes escribir frases que te sueles decir en esos momentos y analizarlas después. "¿Le hablarías así a algún amigo?". Una vez hayas hecho este punto puedes comenzar por cambiar ese diálogo enfocándolo desde una perspectiva más amable y respetuosa contigo mismo. Por ejemplo, si comienzo con un nuevo trabajo y cometo un error puedo cambiar el "no sirvo para nada" o el "nunca lo voy a poder hacer bien" por un "ahora mismo no tengo mucha experiencia, pero poco a poco puedo ir mejorando mi rendimiento".

- Observa la situación como un espectador
Intenta cambiar el foco y ver la situación desde fuera. Esto nos ayuda a ver diferentes puntos de vista y si somos especialmente críticos con nosotros el imaginar a otra persona en la situación que nos hayamos nos permite sentir compasión por esa persona y comenzar a tratarnos como trataríamos a un amigo que estuviera en la situación en la que actualmente nos encontramos.

- Autoconocimiento
Pasar tiempo a solas y conocernos a nosotros mismos facilita que seamos más conscientes de nuestras emociones y que seamos capaces de vivirlas sin sobredimensionarlas más fácilmente. Pasa tiempo contigo, no ignores lo que sientes y reflexiona sobre ello.

- Perdónate
Por último, si sientes que llevas contigo una piedra de culpa que no puedes quitarte, que siempre te acompaña y que no te permite ser amable contigo mismo, deberías realizar un perdón dirigido hacia ti. A veces puede resultar muy complicado hacerlo nosotros solos, y quizás si estás en esta situación lo mejor que puedes hacer es buscar un profesional que te inspire confianza y empezar a trabajar en ti y en tu bienestar.

Psicología en la mente de un jovenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora