Little Romance |C. Hashasky X King Mogeko|

Disculpar/Perdonar

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Al día siguiente, el coronel junto a su pareja decidieron pasar el día divertiendose como el de blanco lo solía hacer: Hacer muñecos de nieve, guerras de bolas de nieve, castillos de nieve, entre otras actividades que este mismo inventó. Mogeko seguía con aquel pensamiento de pena en el, necesitaba pedirle perdón a Hashasky YA o está culpa de él jamás se iría o dejaría tranquilo... Solamente que no encontraba el momento perfecto para decírselo, aunque tarde o temprano se lo tendría que decir...
Ahora mismo miraban el cielo en una pequeña colina, una de las cosas que el coronel solía hacer casi siempre. Aunque fuera algo aburrido y simple para otros, para el de blanco era algo relajador y tranquilo, cosa que le gustaba en cierto modo... Mogeko, bueno, seguía con su mente en las nubes por aquel pensamiento de culpa. No podía pensar en nada más. Hashasky se dió cuenta de la distracción del de amarillo, y le dió por preguntar —Cariño, ¿Pasa algo?— Preguntaría, el contrario murmullo alguna que otra cosa hasta que se atrevió a hablar de forma entendible —N-nada Y-yo... S-solo pienso...—
—¿En qué? Me gustaría saber... Si me dejas, claro— Otra vez, hubo un silencio algo matador en el momento, pero fue roto segundos después..

—... ¿Recuerdas aquel día..?— El coronel se quedó extrañado por aquella pregunta —¿Cuál día?— Preguntaría, haciendo notoria su preocupación —... Aquel día donde... D-donde Y-yo te lastime...— Con aquello, el silencio renio, y por muchas horas. Al recordar aquello solo hacia que aquella vieja herida le doliera al coronel, además de sentir un pequeño miedo detrás de su espalda... Aunque la verdad, intentaba dejar eso en el pasado —Y-yo no se de que hablas..— Diría, intentando evitar hablar de aquello. Cosa que el de amarillo no copero —No mientas Hashasky, por favor... Necesitó saberlo: ¿Lo recuerdas?—
—............. Si... ¿Pero a qué viene eso?— Aceptaría finalmente, algo asustado al recordar aquel accidente, cual le dejo una grave herida que tardo mucho en curarse, tanto física como emocionalmente... Mogeko se quedó callado unos segundos, para después soltar un gran suspiro pesado, decidió en curar el dañó que hizo...
Tomó de las manos a su pareja, quien lo miraba confundido y algo serio, ya que no entendía lo que pasaba —... Tuviste razón, siempre la tuviste... Lo que hago no está ni estaba bien, pero como me hacía feliz ignoraba todo... No me daba cuenta que cuánto más quería no parecerme a mi madre, más me parecía a ella...— Empezaría a decir, de forma algo... Tímida al parecer. Hashasky solamente escuchaba con atención —Yo te heri, yo te lastimé... No quise hacerlo, no me perdone por hacerte esto... Me había convertido en exactamente como me llamaste: Un monstruo..— Seguía diciendo, a la vez que le quitó el gorro al coronel, dejando a la vista la vieja herida, también dejando que la nieve y viento la cubriera —Pense que con su muerte ya no habría nada que pudiera perder realmente, pero cuando te perdí, yo... Yo perdí mi felicidad, mi verdadera felicidad... Que no había notado que tenía, hasta que la perdí...— Decía, queriendo llorar por dentro. Tal vez pasaría en cualquier momento —Hashasky... Yo no quiero perder más de mi felicidad, no quiero volver a cometer los mismos errores, yo...— Tomaría una pequeña pausa, aguantando las ganas de llorar —Yo no quiero perderlo de vuelta... Quiero que se quede conmigo, para siempre... Y compensar todo el dañó que te hize, por eso...—

Ante ello, hubo un silencio algo largó, cual fue rotó por unos diminutos sollozos, cuáles sorpresiva mente, provenían del rey. A su vez soltaba alguna que otra lágrima, pero eran diminutas —Le pido mis sinceras y más puras disculpas por todo... Por el daño, por como actúe... Por no valorarlo... ¡Lo siento mucho muchísimo!— Al decir aquello, ya explotó en lágrimas, aferrándose a aquel agarré de ambas manos del coronel, cual solo estaba escuchando sin saber que decir —P-perdoneme... P-por favor... Y-yo l-lo amo... S-siempre l-lo hize... P-pero n-no supe cómo demostrárselo...— Finalizaría, ya llorando casi cataratas... Hashasky solamente lo abrazó, con el más inexplicable cariño que podía en aquel entonces. Se quedaron así unas horas o minutos, hasta que el de blanco decidió hablar al fin —Oye, ¿Recuerdas cuando nos conocimos?— El de amarillo asintió, limpiándose algunas lágrimas —Al verte no sabría que decir, sentí como si supiera que tú eras con quién debería estar a su lado, en esta forma amorosa... Se que al pasar del tiempo cometiste errores, más que nadie lo sé.. Pero, ¡Mírate! Haz cambiado... Pero para bien— Decía el coronel, limpiando suavemente las lágrimas de su mayor, a la vez que ambos se ruborizaban ligeramente, aunque de forma muy notoria —Ash, yo te amo. Al igual que tú a mí, siempre lo hice... Y aún si me empezabas a menospreciar o incluso cuando me lastimaste, no lo dejaba de hacer, aunque lo quisiera si soy sincero... Creo que una parte de mi sabía que cambiarias, ya sea por voluntad propia o por decisión de alguien más. Creo que estuve en lo cierto— Seguía diciendo, sonriendo sinceramente —Hashasky..—
—Te amo y amaré siempre, no me importa lo que pase. ¿Sabes porque? Porque se que desde este momento ya nada podrá separarnos, ni siquiera nosotros mismos... Así que, ¿Que dices? ¿Te gustaría dejar el pasado en el pasado y ser feliz junto a mi?— Finalizaría el coronel, alzando su mano hacia su pareja, con una inocente sonrisa en sus labios cual siempre lo caracterizaba. El rey sonrió, tomando la mano de su pareja suavemente, y con cariño de cierta forma —Hashasky... Nada me haría más feliz que estar a su lado~— Eso sería lo último que diría, para después hacer que ambos se besasen dulcemente bajo la nevada, con sus corazones llenos de amor y cariño mutuamente...

...

—Hey, ¿Cuando le diremos a todos sobre lo nuestro?—
—N-no lo he pensado realmente, creo que solo se lo dijimos a Nega y Hasu. Oh bueno, dimos una pista de que nos amamos—
—Oh—
—D-dame tiempo para pensarlo en como decírselos, ¿Bien?—
—Claro, no hay problema—