A años de la extinción humana el planeta "Caleidoscopio" es habitada por una raza muchísimo mayor en fuerza, poder e intelecto. En dicho planeta hay poca cantidad de humanos a quienes no tratan para nada bien. El mayor gobernante de allí tiene la de...
Hola mis vidos, espero les guste lo que les he escrito hoy, felices fiestas. 💕
N. Pico
Tal vez no debí haber venido a ver a esta criatura tan extraña, su mirar envuelta en terror me hace enojar, ¿qué es lo que ocurrió para acabar así?, por más que intento no recorrer lo que hizo al verlo, no logro hacerlo, me enojo más y más ganas tengo de hacer su vida miserable, destrozar su alma, beber su sangre y hacer comida con sus intestinos, pero solo logré darle una patada en el estómago.
—¿Qué carajos haces?, tú deberías estar limpiando ya, mi habitación, está sucia y en la noche tendré compañía, quiero que esté tan limpia, que brille el piso....¡Ahora!.—Grité al verlo aún paralizado ahí.
—¡S-si su alteza!.—Dijo apresurado, para irse corriendo en dirección a mi habitación.
Suspiré en cuanto se fue, su cuerpo está tan delgado como una vara de, en cualquier momento va a romperse, o ser llevado por el viento, miré al alrededor y me fuí detrás de ese pequeño bastardo, llegué a mis aposentos y lo primero que logré ver fue un peli azul descalzo tratar de andar bien, sentí una leve sonrisa en mi rostro cuando lo vi patinar entre mi piso, me recargué en el marco de la puerta y él seguía con dificultades de a avanzar, es realemnte estúpido.
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Esa pequeña diversión duró 10 minutos, después de aburrirme entré a terminar unos asuntos, me senté en mi silla de escritorio, dentro de mi habitación, leía y leía sin parar, ordenaba impuestos, firmaba sentencias por preso, daba castigos por escrito, todo iba perfecto, hasta que sentí un curioso ambiente cálido, mi vista no se apartó de los papeles, pero aún con eso, yo notaba algo extraño.
Y no me equivocaba, encuanto el ambiente empezó a ser más pesado, alzo mi vista y lo primero que veo, es a Keith en el suelo, sosteniendo un trapo mojado, claro que se inmediato lo ignoré, pero empezó a jadear, me sentí extraño así que me acerqué a él.
—Parece que tienes un poco de temperatura...¿Tienes un resfrío?.—Pregunté ingenuo.
—Su alteza.—Habló con un suave jadeo.— Usted me asusta alteza, pero, hoy encuentro ese temor muy excitante, no hay nada en mi que no grité su nombre.—Dijo para pasar a avanzar a mí a gatas— H-hey, ¿qué pasa?, ¿y sientes bien?—Pregunté un poco confundido.
—Mmmh no, no estoy bien, pero estoy seguro de que su majestad sabrá curarme.—Sw colocó sobre mis piernas, dejando su rostro entre ellas.— ¿Me follaría a cambio de mi lealtad a usted?.—Preguntó sin más.
—¿Cómo?.
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