Resúmen: eres la única preciosa y consentida sobrina de August, a lo que conlleva tratarte como su pricencesita, después de años de no verlo por fin aparece pero no exactamente como lo recuerdas. Una noche solos en casa de tus padres ocurre algo que...
Resumen:en una de tus compras con tu hombre te encuentras con alguien importante en tu vida provocando los nervios de August.
Corregida
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Miras con impresión el restaurante bastante lujoso, todo adornado tan bonito, mesas redondas con sillas suaves y manteles blancos con pequeños arreglos florales, las luces le adornan dando una buena vista del lugar, siente la mano de tu hombre alrededor de tu cintura guiandote dentro del lugar.
Caminas hacia la mesa más afondo del lugar escogiendo, cuando se acercaron, lo primero que August hizo fue abrirte la silla como todo un caballero, tomaste asiento sintiendo la comodidad, sonríes tanto que contagias a tu hombre que está sentado a lado tuyo.
––¿Mi princesa es feliz?–– Cuestionó meloso acariciando tu mejilla con sus dedos
––Mucho –– asientes mirándolo con amor. ––¿Puedo pedir pizza?–– Preguntas sin tener que ver el menú
August frunció el ceño sin borrar su sonrisa característica. ––Puedes pedir lo que quieras.
–– ¿En verdad? –– Tus ojos brillan ante esa respuesta. –– ¿También puedo pedir postre?–– Preguntas emocionada, hace mucho que no pruebas ningún postre ya que tu madre te lo prohíbe diciendo que perderás la dieta y engordaras.
–– Si princesa, puedes pedir todos los postres que quieras, siempre y cuando yo esté incluido –– Sus ojos lujuriosos se fueron directo al escote de tu hermoso vestido.
–– Tu siempre estas incluido papi –– susurras inclinando hacia adelante para darle un suave beso en los labios.
Gimes de felicidad al sentir el rasguño de su bigote en tu carne, su dominante lengua te atrapó tan rápido que ni siquiera pusiste resistencia. Malo que la falta de aire interrumpa la sesión de besos calientes.
–– ¿Cosa vuoi ordinare?.
Frunces el ceño y volteas hacia la dirección de un hombre, alto, ojos verdes y cabello rubio, nariz pequeña, labios rosados, está frente a ustedes. Podrías decir que es el mesero por estar vestido formalmente y en su chaleco estaba remarcado el logotipo del restaurante. En tu país, sería el modelo perfecto para cualquier clase de ropa.
–– Mia moglie vuole la pizza e io voglio la Penne al sugo all'arrabbiata –– hablo August mirando al mesero quien apuntaba todo en una pequeña libreta
Tu miras a tu hombre sorprendía, no sabías que hablaba italiano a la perfección. Cosa que nunca pudiste aprender ya que nunca te llamo la atención.
