No te Vayas || Wigetta

Parte 1

Antes que nada, este originalmente era un One-Shot, pero cuando lo estaba escribiendo me emocioné mucho y escribí más de 10,000 palabras así que lo voy a dividir en dos o tres partes. Y la canción la deben escuchar en una parte en específico que se las marqué ^^ Bueno, ya los dejo leer.

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Samuel acababa de llegar del trabajo, la casa estaba a oscuras, la única luz que iluminaba su departamento era la que provenía de la habitación que compartía con su pareja, Guillermo. Caminó a paso lento hasta su alcoba, empujó la puerta que estaba entreabierta y lo que vio fue algo que le confundió mucho.

-¿Qué haces?-, preguntó Samuel al ver la gran maleta que estaba sobre el colchón.

-Empaco mis cosas-, respondió frío el chico de cabello oscuro.

-¿Por? ¿A donde vas?-, cuestionó el mayor notando que ahora no solo guardaba ropa en aquella inmensa maleta, si no que ahora guardaba las fotos que tenía en la repisa. Una era de de sus padres, otra de su hermana y otra que a Samuel le encantaba, donde Guillermo estaba en la playa, en la cual le propuso matrimonio. Sí, no solo eran novios, si no que también prometidos.

-Yo...-, comenzó él menor, pero su mente estaba en blanco, -No lo sé, solo me quiero ir-, finalizó, a la vez que soltaba un pesado suspiro y continuaba preparando su equipaje.

-¿Me vas a dejar?-, el castaño intentó ignorar el nudo que se estaba en su garganta, trató de que su voz saliera lo más fluida posible.

-Sí-, volvió a suspirar pesadamente, -Esto ya no es lo mismo-, declaró su pareja mientras que cerraba su maleta.

-Pero...-, empezó Samuel, pero el nudo en su garganta se hacía cada vez más fuerte y sus ojos se cristalizaban, -No quiero que te vayas. Se que puede funcionar-, dijo acercándose unos pasos a donde estaba Guillermo para poder acunar su mejilla con su mano.

-¿Y como planeas que funcione?- preguntó a la vez que apartaba la mano de Samuel de su rostro.

-No lo sé...-, el mayor intentó unir sus manos, pero el de cabello oscuro se cruzó de brazos impidiéndoselo, -Pero, yo te amo, y eso debería bastar-, declaró intentando que su voz no saliera tan entrecortada, pero no hizo un gran trabajo y una lágrima ya se había escapado de sus ojos marrones para terminar deslizándose por sus belfos .

- ¿Y cómo sabes que yo siento lo mismo?-, su tono de voz de Guille fue tajante y se alejó un par de pasos de su actual prometido, Samuel sintió que eso fue un golpe justo en el pecho, aquello lo había roto por completo. No sabía que responder a eso, estaba destrozado, se quedó mudo.

El menor bajó la gran maleta de la cama para luego comenzarla a arrastrar para dirigirse fuera de la habitación, no sin antes mirar atentamente a su, aun actual, pareja. Pasó justo a su lado, intentando no mirar a ese chico y terminar besándolo y pidiéndole perdón, pero justo antes de que abandonara el cuarto algo lo detuvo del brazo, un agarre firme que le impedía caminar.

-¿No habías dicho "juntos para siempre"?-, cuestionó Samuel recordando aquel día que le pidió que se casara con él, prometiéndose amor eterno. Las lágrimas salían sin reparo alguno de sus ojos, ya no podía detener el llanto, estaba perdiendo lo más importante de su vida.

-Sé que lo dije-, aceptó, -Alguna vez también significo algo para mi, pero...-, hizo una pausa, ahora a él se le estaba formando esa incomoda presión en su garganta y sus ojos se nublaban, todos aquellos buenos recuerdos inundaban su mente y le hacían más difícil tomar aquella decisión. -Pero... No quiero hacerte daño. Mis sentimientos ya no son los mismos-, concluyó soltando el agarre que tenía su extremidad.