En la mañana Guille se sentía agotado, sentía como si no hubiera dormido más de dos horas, pero en realidad había dormido casi 12. En su trabajo le habían dado vacaciones, tenía casi un mes libre y antes de estos últimos 2 meses pensaba que irían con Samuel a la playa en la que le había propuesto matrimonio. Y precisamente había tenido un sueño donde estaba con Samuel y él era el que lo dejaba, el era el que lo hacía a un lado, el que se olvidaba que se habían jurado amor eterno y el que se alejaba sin decir nada. Despertó llorando, Frank no estaba en la cama y cuando lo fue a buscar a la cocina lo encontró hablando con alguien por teléfono pero inmediatamente cuando entró a la habitación colgó. Puedo notar que de donde estaba hablando era su móvil.
-¿Con quién hablabas?-, preguntó curioso y a la vez confundido.
-Con nadie importante. Ahora en lo que nos debemos concentrar es en nosotros. El presente y el ahora. Solo tu y yo.-, con esas palabras enseguida Guille pudo inferir que Samuel era el que estaba del otro lado de la línea cuando entró.
-Era Samuel, ¿verdad?-, intentó asegurar pero no quería creerlo, ya que se imaginaba su voz rota.
-Eso no importa. NOSOTROS importamos ahora.- declaró para dar por finalizada la conversación y recalcar que no quería que hablar de Samuel.
Se acercó a Guillermo para tomarlo de las caderas y acercarlo a sus labios, pero se negó.
-Frank, no me siento listo.-, anunció mientras hacía un poco para atrás al chico de piel blanca y cabello castaño oscuro.
-¿Qué?-, exclamó y prácticamente empujó al chico que tenía entre sus brazos, -¿Cómo que no estas listo? ¡¿A qué te refieres con eso?!-, gritó, estaba enfado y se le notaba a leguas.
Guillermo sabía lo explosiva que podía llegar a ser la personalidad de Frank pero esta reacción era totalmente extrema. Después de aquella primera escena de celos Frank aprendió a controlarse y no volvió a empujarlo... Hasta ahora.
-Si no estás listo ¿Por qué carajos estás aquí?-, nuevamente alzando la voz e intimidando al menor Frank pronunció aquellas palabras, -Vete. Si no estás listo la puerta esta abierta-, dijo esta vez un en tono más calmado y dándole la espalda a su acompañante.
Guille se acercó cuidadosamente a su amante y lo abrazó por la espalda, sabiendo que este tenía arranques de ira, los cuales no controlaba, ya que no era su culpa, sino que aquel desorden psicológico lo hacía reaccionar de aquella manera.
-Tranquilo. Todo está bien. Simplemente tuve una mala noche y pensé que así me sentiría mejor, pero me equivoqué. Te necesitó...-, le susurró Guille mientras posaba su barbilla en el hombro del contrario.
Este se dio la vuelta y le dejó un beso en los labios, un leve roce. Esto hizo sonreír al chico de cabello castaño oscuro y forzó una mueca en su pareja, el cual no quería hacerle notar que aquella sensación de mariposas que había cuando eran más jóvenes ya no estaba.
Como Guille se había levantado después del mediodía decidieron ir a almorzar juntos a "celebrar" que estaban juntos de nuevo. Aunque Guillermo no se sentía del todo bien para ir a celebrar terminó aceptando para complacer al chico. Salieron un restaurante donde solían comer, antes de que Frank se fuese, y pidieron la comida, la cual el menor casi no tocó, no se sentía con ánimos de comer o de disfrutar. Las tardes con Frank eran demasiado ordinarias. Comían iban a pasear un rato a alguna plaza cerca de donde estuviesen o iban a ver una película, no hacían nada fuera de lo normal. Por el otro lado siempre que Samuel y Guillermo salían no sabían que esperar. Podía que de repente les agarrara por ir a museos, exposiciones de arte, parques llenos de árboles, visitar cada cafetería del centro de Madrid para llevarse sobrecitos de azúcar y luego hacer travesuras con estos,incluso una vez les llegó la idea de irse a un pueblo a las afueras y quedarse ahí el resto del fin de semana, pero a Frank esas cosas le parecían aburridas, aniñadas y tontas. Guillermo recuerda el día que le contó sobre los sobrecitos de azúcar, aquello le pareció estúpido y sin sentido y además dijo que no podía creer que que un tío de 27 años lo hiciera.
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No te Vayas || Wigetta
Fanfiction¿Te gustaría perder al amor de tu vida? ¿Qué de repente todo saliera mal? Un pequeño error puede cambiar tu vida, ya sea para bien o para mal, lo único que tienes que hacer es saber cómo lidiar con él.